Pifia policiaca deja ir a novio de la pelirroja
Yair P. pasó cinco días en el Cereso de Apodaca y luego recuperó su libertad. Foto: Cortesía (ROSTRO CUBIERTO POR LA AUTORIDAD)
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Por diversas pifias policiacas, una jueza ordenó la liberación de Yair P., quien enfrentaba cinco delitos relacionados con la autoría intelectual en la ejecución de dos policías
martes, 5 de noviembre de 2019
Por: Gabriel Talavera
Agencia / ReformaPor: Gabriel Talavera
Monterrey, México (05 noviembre 2019).- Por diversas pifias policiacas, una jueza ordenó la liberación de Yair P., quien enfrentaba cinco delitos relacionados con la autoría intelectual en la ejecución de dos policías y un celador del Penal del Topo Chico en el año 2011.
El Ministerio Público había establecido que el sospechoso era el supuesto líder de una célula del crimen organizado y además era novio de Gabriela Elizabeth Muñiz Tamez, "La Pelirroja", quien en el 2010 fue sacada del Penal del Topo Chico y colgada de un puente peatonal de Gonzalitos.
Yair, de 45 años, apodado "El Chicano", pasó ocho años en el Penal federal de Hermosillo, Sonora, purgando una condena por delincuencia organizada.
Al salir fue recapturado y trasladado a Nuevo León, donde el martes pasado quedó a disposición del Juzgado Segundo Penal por una orden de aprehensión girada en el año 2011.
Un fiscal lo acusó de ser autor intelectual de la ejecución de Andrés Felipe Mejía y María del Carmen Soto, policías de Guadalupe acribillados el 19 de enero del 2011.
También le imputó la autoría intelectual del homicidio de Francisco Martínez Ramírez, celador del Penal del Topo Chico, quien fue hallado mutilado el 4 de febrero del mismo año.
En su comparecencia ante la jueza Aída Reyes, el sospechoso y la defensora pública solicitaron tiempo para ofrecer pruebas.
Trascendió que Yair presentó un amparo que establecía que su captura y la de otros 14 hombres realizada por la Policía Federal el 5 de febrero del 2011 en una casa de la Colonia Bosques de Contry, en Guadalupe, había sido ilegal.
En el amparo se evidenció que los federales tardaron 11 horas y 40 minutos en llevarlos ante un fiscal, lo que se consideró excesivo, y se anularon las confesiones y otros señalamientos contra los sospechosos.
Al dictar el auto de libertad, la noche del domingo, la jueza estableció que Yair fue interrogado en la federal, pero que al haber sido procesado por esos hechos las evidencias ya no tenían valor.
La otra prueba era una inspección, pero que se realizó sin una orden de cateo.