Encanta Fito Páez al Cervantino

Agencia / Reforma
Guanajuato, México (21 octubre 2019).- La lluvia, los ventarrones y las nubes que asolaron la noche del viernes el firmamento que cobija la edición 47 del Festival Internacional Cervantino, se inhibieron el sábado ante Fito Páez.



Un cielo estrellado enmarcó una de las más exitosas jornadas musicales en la Alhóndiga de Granaditas, con la participación de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, dirigida por Roberto Beltrán.

El argentino cruzó los dedos para que Tláloc no hiciera de las suyas, como pasó con el grupo de percusionistas ecuatorianos Tomback, que no se presentó el viernes debido a una tormenta de más de dos horas que afectó otros espectáculos al aire libre.

Visiblemente emocionado desde que salió a escena, Páez se entregó a un público de todas las edades que cantó uno a uno los temas de su repertorio, varios de ellos con vibrantes arreglos orquestales.

Una apertura energética, con "Cadáver Exquisito", disipó el temor de muchos al agua (ya uniformados con rompevientos) y fue la arenga para los demás que abarrotaron el lugar para darse al disfrute sin reserva.

El rockero se dijo feliz, agradeció el cálido recibimiento y brindó éxitos como "Naturaleza Sangre", "Ámbar Violeta" y "La Familia", ésta última un tema sinfónico para el que pidió silencio antes de su ejecución.

Y de la contemplación al sonido cálido y dulzón de su voz en perfecto acople orquestal se dio el torrente rockero con temas ya clásicos, como "Giros".

Fito conmovió a todos al cantar a capella su célebre "Yo Vengo a Ofrecer Mi Corazón", que caló bien y hondo, y le dio a la presentación la calidad de show monumental.

Con bromas y anécdotas, el anfitrión mantuvo ligero el "mood" de un público entusiasta, al que confesó sus esfuerzos por cantar bien por la altura de la ciudad.

Ya con los ánimos en vilo, Páez incitó a los saltos con sus hits "El Amor Después del Amor", "Al Lado del Camino", "Mariposa Tecknicolor" y "Circo Beat".

A veces al piano, otras de pie frente al micrófono y hasta con guitarra en mano, Fito romanceó, cautivó y enloqueció a todos.

Él mismo, en un arranque de euforia, dijo que ante la maravillosa experiencia e increíble trato recibido celebraría con unos buenos tragos después.

Curiosamente, apenas abandonó el escenario con la orquesta, y el cielo se cerró y el frío se dejó sentir.

Afortunadamente, todos tenían el corazón caliente.