REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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El Perdón es la caridad misericordiosa de Jesús

…” Y se acercó y tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces, dijo: Muchacho, Yo te digo: ¡Levántate! “… (Lc 7, 14 )
domingo, 22 de septiembre de 2019
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Reza el libro de Tobías en el Antiguo Testamento 700 años antes de la venida de Cristo Nuestro Señor, el profeta motivado por la fe en las divinas promesas que anunciaban la venida del Mesías, esto es la venida de Cristo, la venida del Salvador y redentor de la humanidad que desde esos tiempos se manifestaba en lo que hoy tenemos revelado, vivía con la firme esperanza en Dios fortalecía su vida en torno a la divina promesa, por lo que Tobías inspirado por el Espíritu Santo se adelanta y da a conocer a la vida perdurable de los tiempos; …” Justo eres Señor, y justos son todos tus juicios, todos tus caminos son misericordia, verdad y justicia “… El reconocimiento a la magnanimidad y benevolencia de Dios revelaba la obra de misericordia que se conocía, hoy está aceptada la misma virtud que Cristo Nuestro Señor predico, obro y mostro a su pueblo como a la posteridad de los siglos el perdón, atributo de infinito valor para salvación de las almas de la que ha obrado, obra y continuara hasta el fin de los tiempos igual que la caridad misericordiosa del Señor en favor y sin excepción para las almas cuando arrepentidas suplican su misericordioso perdón, la realización sincera y limpia de esta suplica obra un hecho sublime para el pecador noble que siendo sincero y veraz -fíjense bien- abona a su salvación cuando suplica al Señor el perdón de su caridad misericordiosa, honra y glorifica a Dios el arrepentimiento es elogio a su misericordia.

Así entre más solicitemos su caridad misericordiosa diremos a nuestro a forma de ser, Dios está contento con nuestra alma. Siendo cualidad divina la virtud por la que Dios se compadece de los sufrimientos y flaquezas de los seres humanos, tiene especial inclinación por los pecadores arrepentidos empeñados en obtener su caridad misericordiosa, dado que el semblante del Padre muestra el atributo esencial de su bondad, dulzura y la compasiva virtud de perdonar los pecados a las miserias de las criaturas porque a todas ama y Dios no desea que se pierdan, de ello, a como es el mundo incrédulo se atreve negar.

Jesucristo Nuestro Señor entrega en hecho de valor espiritual el compromiso de su divina palabra: su misericordia, benignidad y la generosa comprensión e indulgente tolerancia, cuando estando su Santísima Madre al pie de la cruz dio a los siglos la sublime manifestación del amor que profesa por las almas que desde siglos se venía anunciando, ahora, cumpliendo la profecía, da un paso adelante de los pecadores de todos los siglos y teniéndolos a sus espaldas se convierte en la coraza que reprime y somete el ímpetu del demonio en los últimos momentos el Hijo de Dios hecho hombre al elevar la oración suplicante a su amado que está en el cielo: por todas las almas; … ” Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen “ … Las palabras llevadas a las alturas por Cristo Nuestro Señor durante su Pasión encuentran su punto culminante en el perdón, donde para bien de nuestra salvación la recibimos.

Quedamos impactados, no sabemos qué decir, confundidos y desconcertados va creciendo en nuestro interior como ha sido y es nuestra relación con Dios en el obrar diario, reconocemos que no somos merecedores de su palabra de caridad misericordiosa, porque no entendemos de su caridad misericordiosa la virtud divina que deberíamos retener cada segundo de nuestra existencia y tenerla presente en el instante de la tentación, de la caída, del acto indebido que conociendo el interior del corazón roguemos suplicantes; …¡Señor mío y Dios mío, ten piedad y misericordia de mí que soy un miserable pecador! No sé qué decirte Señor -Así habla el corazón arrepentido y la voz amorosa del Señor se escucha - Hijo mío pide Mí perdón y ordena de hoy en adelante tu vida, confía en Mí la guía de tu salvación … Y como la sabiduría del Señor gobierna el mundo y cuida de las almas, para todos es la regla tener fe y depositar toda la confianza en Él aprendiendo de María en la Anunciación que dejo todo en sus manos.


El caminar por la vida es obrar bien y evitar el mal, es reconocer de Jesucristo Nuestro Señor la prevención del Padre amoroso que en su palabra entrego al pasar por el mundo la salvación eterna, no se necesita buscar en las palabras del mundo la salvación, lo que se encontrará es la perdición; la palabra de Cristo Nuestro Señor es suficiente es palabra que viene de Dios y como prevención en nuestro actuar diario es estar en permanente alerta contra la obra tenebrosa del diablo que cubre con las tinieblas de idolatría la divinidad de Cristo Nuestro Señor, disfraza la verdad de lúgubre y melancólica, asedia con acechanzas que sabe serán atractivas y penetra el gusto en ellas a través de las flaquezas y debilidades humanas sin detenerse induce a ellas, pongamos atención al Señor; …” El fue homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay nada de verdad en él.

Cuando profiere la mentira, habla de lo propio, porque él es mentiroso y padre de la mentira “…Valorando la palabra del Señor, vislumbramos que de no estar en estado de gracia se caerá en una situación que puede trascender en gravedad sea del alma o el cuerpo, su benevolencia manifestada es poder para volver a Él, al caer comprendemos que perdemos a Dios por esa caída, la voluntad está a ese momento en peligro que un accidente o cualquier circunstancia perder la vida siendo fatal la consecuencia, y eso de “que nada pasará” es caminar por un hilo teniendo un abismo bajo los pies: todo puede suceder, se atrae lo sucedido a una persona fuerte que conservada y atenta a su salud se confío demasiado, después de comer se retiró a tomar la siesta como siempre lo hacía, más pasando bastante tiempo no se levantaba, fueron a verlo y resulta que estando dormido le vino una broncoaspiración y al instante falleció sin poder llamar a nadie, al platicar con su esposa está expresa que su esposo tuvo un muerte muy bonita, la razón que dio fue que no tuvo dolor, a lo que le dije, es cierto, pero lo que sí es de preocupar es que no tuvo tiempo para arrepentirse, mejor pida, rece y ofrezca todas las misas que pueda por él.

Todo se puede en tiempo porque la vida pasa y después ya no hay tiempo. Dios es perdón y comprender que el perdón es la caridad misericordiosa que nos ofrece en todo instante, siendo fácil al corazón comprender cuando el cristiano católico vive en estado de gracia, lo que será difícil al corazón incrédulo, amargado y obcecado.


El Señor adoctrina al impartir la Catedra del perdón donde mostrará la benigna e indulgente obra de su caridad misericordiosa, afirma de ella el acto perfecto que posee la virtud de perdonar los pecados incluso los mortales, de los que está obligado el pecador a confesarlos al Sacerdote, teniendo presente en el corazón que al hacerlo está ante el tribunal de la penitencia.

De la consecuencia del arrepentimiento y la confesión San Agustín ilustra el proceder del alma pecadora ante Dios, de donde habremos de considerar la nuestra; … “Para ver cómo resucitan los muertos en el corazón, no los tienen sino los que ya han resucitado en su propio corazón.

Mayor milagro es resucitar a quien ha de vivir para siempre que resucitar a quien volverá a morir “... Esto lo apreciaremos en el pasaje donde Cristo Nuestro Señor obra el prodigioso milagro de resucitar al joven de Naím, la fe nos conduce a descubrir la virtud divina de la caridad misericordiosa de Dios en todo su esplendor apreciando el bien espiritual que el Señor quiere en todo momento depositarlo en el alma, corazón y entendimiento de sus hijos, aprendamos, en ello se distingue el pecador atribulado y desolado que sufre no poder confortar y aliviar su pena.

La justicia que Dios obra en las almas, no quede la idea de que a unos pecadores resucite su perdón y en otros no o que unos resucitados son perdonados por el Hijo y otros por el Padre; entender que la confusión de la duda sea expulsada del corazón, el perdón por el que se resucita el alma del pecador la obra el Padre por el Hijo.
Nuestro Señor después de estar en Cafarnaúm sale de la ciudad y toma el camino que le llevará a Naím de la que se conocía como “la bella” dado que era una graciosa ciudad de Galilea.

La distancia entre una ciudad y otra dura su tiempo alargándose la marcha ya que el Señor lo acompaña una considerable y numerosa muchedumbre; … “Después se encamino a una ciudad llamada Naím, iban sus discípulos y una gran muchedumbre del pueblo “…Todo pareciera normal a la vista de la multitud, pero Jesucristo Nuestro Señor ve los corazones y lo mas recóndito de él, ve a distancia los hechos del mundo, pues siendo Dios omnipotente todo lo puede.

Su caminata continua es posible no haya tenido descanso hasta llegar a Naím, solo Él conoce el dolor y la pena de una mujer afligida por la tristeza, la muchedumbre en silencio arriba a las afueras de la ciudad de Naím.


Encuentra el Señor con sus discípulos y la multitud que con el viene en las puertas de la ciudad a un difunto que en su sepelio es llevado a unas tumbas cercanas; …” Al llegar a la puerta de la ciudad, he ahí que era llevado fuera un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda, y venía con ella mucha gente de la ciudad “… El evangelista presenta la situación clara de lo que sucede, la madre viuda ha perdido a su unigénito quien sería su apoyo y la perpetuación de la familia, pero lo que trasciende es el dolor que en su interior padece la viuda, madre inconsolable su pena le advierte un fututo sombrío sin esperanza, sus expresiones de pesar y angustia eran escuchadas por todos los acompañantes que llegan y los que con el difunto vienen escuchan el sentimiento de su angustia conmueve a todos verla abrumada y abatida al lado del cadáver su hijo sin vida.

Si su tristeza ha contagiado a los de su comitiva cala en la muchedumbre, en los discípulos y más en Cristo Nuestro Señor, conmovidas sus entrañas vive el dolor y el lacerado corazón de la madre, para esto conforme avanza la comitiva se agregan más personas convirtiéndose no en una muchedumbre sino una inmensa multitud, desea el Señor que viendo su obra la necesidad de esa muchedumbre fuera reconocer que el prodigio realizado solo puede hacerlo Dios y de Él su divinidad.

No veamos en ello un hecho casual es la omnipotencia de Dios que todo lo tiene preparado, desmenuza el Señor en este hecho su paternidad de Padre amoroso para cuando en las horas más difíciles de la vida y en los momentos críticos donde parece todo perdido, confiemos en Él.
Sirva este momento de compasión y ternura de Nuestro Señor Jesucristo, estar convencidos de que así como es con la madre, así lo será en todo instante de vida en sus hijos por Él creados, el Señor no espera a que la viuda vaya a Él, ella vive en su corazón el terrible momento de la separación del hijo que ha muerto, no repara quienes están y quienes son las personas que le acompañan, no reconoce que el Señor va a consola y confortarla; …” Al verla, el Señor movido de misericordia hacia ella, le dijo: No llores “…Al encontrase con ella, significa que el Señor está sumamente conmovido por la desgracia.

Bella palabra; …” No llores” …Le da entender; … Hija mía calma tus lágrimas, son muy bellas, han penetrado el corazón del Hijo de Dios que quiere alivia tu dolor y lo va hacer, pero debes serenar tu alma y creer en Mí, Hija ten fe y todo será bien para ti y tu hijo … La madre vive una paz interior que la tranquiliza, calma y anima, no sabe que decir un nudo en su garganta impide preguntarle ¿Cómo has venido aquí Señor? Ilustra San Juan Crisóstomo; …” Y le dijo: …” No llores” …El consolador de los afligidos que mandó a la madre que cesara en su llanto, nos enseña a buscar consuelo en la presencia de los muertos.

Es bueno el llanto que fluye de un corazón dolorido “…
La voz del Señor le atrajo por su ternura entendió que Él vivía en su corazón más dolor de lo que ella vive y siente por su hijo; …” Y se acercó y tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron.

Entonces dijo: Muchacho, Yo te digo: ¡Levántate! “… Lo llevan en una camilla envuelto en una sabana como era la costumbre por cuatro hombres que a la voz del Señor obedecen y los discípulos, la viuda y sus parientes como la inmensa muchedumbre es testigo de lo que el Señor va obrar; escuchan la palabra de Jesús, la del Señor de la vida y de la muerte palabras expresivas del poder divino y su inmensa voluntad movida por el dolor y sufrimiento su voz imperiosa; …”Levántate” …y la vida obedece a su creador, de donde comprendemos la resurrección espiritual del pecador que ha perdido la vida a la voz del Señor la recupera; Jesús se acerca al difunto, eso somos como pecadores y es su gracia por la que consume la obra de volvernos a la vida del alma: la espiritual.
Ante los ojos maravillados y sorprendidos de la inmensa multitud narra el evangelista lo sucedido; …” Y el (que había estado) muerto se incorporó y se puso hablar.

Y lo devolvió a su madre “…Así obra Jesucristo Nuestro Señor su perdón, en un instante protege al necesitado espiritual y corporal con su caridad misericordiosa.

Inexplicable para quien carece de fe, y lo explicable para quien teniendo fe en Dios vive en estado de gracia entiende el significado de cuanto del Señor a recibido y para no dejar duda entrega al que ha resucitado benigna y humanamente.

De este prodigio de Cristo Nuestro Señor esclarece el Obispo de Hipona; …” La madre del joven de Naím, que era viuda, no solo se alegró, sino que fue gozosa de la resurrección del joven.

Nuestra Santa madre Iglesia de la misma forma vive y participa en alegrías de las almas resucitadas a diario en su espíritu “…
Reza San Juan; …”Como mi Padre resucita a los muertos y les devuelve la vida, así también el Hijo del hombre vuelve la vida a quien quiere “ …Quede comprendido y discernido en el corazón del cristiano católico que Jesucristo Nuestro Señor es juez de todos los seres humanos, lo es por derecho de conquista, no de armas, dinero o cosas materiales, sino que por derecho divino nos ha redimido derramando su preciosísima sangre en favor de todas las almas sin exceptuar alguna, todas han quedado redimidas, pero esta redención habrá que ganarla a pulso, habrá de ganarse en vida luchando contra los males del mundo que el demonio se vale para que las almas no se esfuercen en salvarse, habrá de ganarse esmerándose en la vida diaria perseverando en el combate contra los atractivos ofrecidos en todo momento por el demonio, el mundo y la carne así se podrá, si se quiere, hacer suya la salvación que viene de su redención y sea el milagro que resucite el corazón de la muerte del pecado; … “Por lo cual todos quedaron poseídos de temor, y glorificaron a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros, y Dios ha visitado a su pueblo “…No entendieron el perdón de la caridad misericordiosa de Jesús viene de quien es Dios.
hefelira@yahoo.com

 

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