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¿Cuál es la diferencia entre una buena y una mala besadora?
• Calmada: Besar puede causar nervios, pero si tus manos tiemblan y sudan, el beso será igual.
Es por eso que debes estar tranquila y tomarte las cosas con calma. Si las cosas salen mal, aprenderás, si salen bien, ¡qué mejor!
• Apasionada: Entre más estés metida en el beso, mejor se sentirá.
Es por eso que debes sentirte atraída hacia tu galán, de otra forma no habrá pasión entre ustedes.
• Creativa: No querrás que los besos sean repetitivos.
Si eres creativa, encontrarás otras formas de utilizar tu lengua, tu boca o tus dientes para hacer del beso uno más interesante.
• Modesta: A nadie le gusta besar a un engreído.
Si presumes de tus habilidades, será muy difícil superar TUS expectativas, así que te conviene ser modesta.
• Paciente: No querrás poner tu lengua en su garganta en el primer minuto.
Sé paciente, empieza con un ritmo lento y ve subiendo el volumen poco a poco.
• Juguetona: A los hombres les encantan los juegos. Si eres un poquitín juguetona con tus besos, los dejarás deseando más.
• Confiada: Tu autoestima podrá hacerte la más sexy del mundo, o la menos afortunada.
Es por eso que debes tener confianza en tu habilidad para hacerlo gemir con tan sólo usar tus labios.
• Observadora: Si pones atención a la forma en que tu galán responde a cada movimiento y acción que hagas, podrás definir sus gustos.
Así no sólo perfeccionarás tu técnica, sino que le darás el mejor beso de su vida.
• Deliciosa: Tus labios no serán sabrosos por su cuenta, así que es importante invertir en un delicioso bálsamo labial para ponerlo a tus pies.
• Higiénica: Créenos, querrás mantener tu lengua, encías y dientes saludables, especialmente para evitar la halitosis.
Con un aliento fresco y dientes limpios, no tendrás ningún problema.
• Detallista: Y sólo porque des un beso con la boca, no quiere decir que sólo debas utilizar tus labios para ser una buena besadora.
Las manos son importantes, tu postura e incluso tus piernas si es que puedes sostenerte sobre una pared para tocarlo con tus pies sutilmente. Una buena besadora sabe utilizar TODOS sus recursos y en dosis correctas.