Cruces lentos pegan en EU a armadoras

Agencia / Reforma
Monterrey, México (05 abril 2019).- El recorte de agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) ya está impactando a la producción automotriz de ese país, informó ayer la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipo estadounidense (MEMA).

El organismo, que representa al sector más grande de empleos de manufactura en territorio de Estados Unidos, señaló en un comunicado que está sufriendo interrupciones en la llegada de los insumos.

"La cadena de suministro de América del Norte y la viabilidad continua de toda la industria requieren una frontera abierta y funcional", dice el texto.

Los retrasos, afirma, están propiciando impactos económicos significativos en todas las industrias.

El ajuste en el personal de CBP fue anunciado desde el viernes pasado presuntamente para reasignarlos a atender la crisis migratoria.

El recorte provocó el cierre de carriles en los cruces fronterizos y complicó esta semana el ingreso de vehículos de pasajeros y de carga hacia Estados Unidos, llegándose a reportar tiempos de espera de hasta 10 horas.

A esto se suma que el Presidente Donald Trump ha amenazado con cerrar la frontera con México, aunque ayer dijo que daría un "año de gracia" para que actúe el País en temas migratorios y de narco.

De lo contrario, afirmó, impondría aranceles a los vehículos fabricados en México.

Kristin Dziczek, vicepresidenta del Centro para la Investigación Automotriz (CAR), dijo que detener el flujo de mercancías en los cruces fronterizos entre México y Estados Unidos tendría un impacto inmediato.

Cifras del Departamento de Comercio revelan que México exportó a Estados Unidos 59 mil 368 millones de dólares en autopartes en el 2018, cuando importó 32 mil 495 millones de dólares de ese país.

Por separado, la Federación Nacional de Minoristas (NRF) de Estados Unidos y el Consejo Americano de la Industria Química estadounidense (ACC) también advirtieron sobre el impacto económico que tendría un eventual cierre de la frontera.

Una situación así, señaló Matthew Shay, presidente de la NRF, se traducirá en la pérdida de empleos, el cierre de fábricas, aumento de precios al consumidor y menor disponibilidad de productos en todo Estados Unidos.