REFLEXIÓN DOMINICAL
Antonio Fernández
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No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; absolved, y se os absolverá" …De acuerdo a nuestra miseria humana sorprende en este siglo XXI se nos diga la necesidad de poner freno a lo que hemos convertido habito de vida, Dios, nuestro Padre del cielo nos manda ser perfectos y se nos da el mismo como muestra de la perfección a imitar, incomprensible a nuestra condición de pecadores, ha dado a conocer en su mandato la perfección que revela su misericordia y compasión, bondad y amor en las almas por Él creadas se digna ofrecerse como ejemplo.
Por lo que se pregunta a la humanidad: ¿Es difícil al ser humano de este siglo tener misericordia para con el prójimo como Dios Nuestro Señor la tiene para con cada persona? La respuesta lacónica, breve y cortante dice no, porque no puede ni tiene que decir, razón por la que guarda silencio donde no hay palabra que muestre lo contrario, no existe ni tiene alternativa que medie en la realidad humana ni disposición del alma que lo lleve a definir: si es misericordioso o no lo para con el prójimo, la conciencia reclama; ...No te engañes, sabes que careces lo que el Padre celestial te pide … ¡Muy difícil! Vamos por el mundo un tropel de personas, unos contra otros donde el ofensor obra con soberbia maligna, altivez y abuso, por su actitud injusta y leonina le es imposible perdonar, no está en su persona ayudar o facilitar medios, su propósito es hacer quedar mal al ofendido, perdonarle no es posible, lo mejor es exhibirlo hasta dejarlo en evidencia, el ofensor pone en tela de juicio la credibilidad del prójimo para justificar su asediada postura: al proceder contra el prójimo muestra lo que guarda la miseria anidada en su corazón, pero cuando se trata de que el ofensor de hoy pase a ser ofendido quisiera eludir su responsabilidad, su ofensor no perdonará como él no perdono, y entonces la justicia obrará como ilustra la parábola; …"Mal siervo, yo te perdoné toda aquella deuda como me suplicaste.
¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, puesto que yo me compadecí de ti?"… Entre los seres humanos compadecerse del prójimo o sentir lástima o pena por la desgracia y sufrimiento ajeno no ser partícipe de él, igual al sacerdote y el levita de la parábola, pasar de paso sin voltear a ver al prójimo tirado en el suelo sufriendo por sus heridas, igual se obra con aquel que tropieza en la calle y los demás hipócritamente se hacen disimulados caminando más de prisa para no ayudar a levantar al caído, nos lleva a poner en posición primordial nuestra conciencia la palabra de Jesucristo Nuestro Señor; …"Porque con la medida con que medís se os medirá"… Lamentable la enseñanza de la palabra de Dios se pierda y la verdad se rechaza, alejándose esas almas de los bienes espirituales que Dios concede al que levanta de su caída al hermano en desgracia, la conciencia atrae a la necesidad de acercarse a Dios, antes repasa los actos de tu vida.
¿A que razón este comportamiento? Al odio, rencor y venganza la frialdad con que se actúa y la mala intención de perjudicar al prójimo que el ofensor está a punto de arrebatar los bienes que posee y alguien refiriera al ofensor: …Perdónalo, dale otra oportunidad y las veces que sean necesarias para que salga adelante, mira que Cristo Nuestro Señor nos ha enseñando amar al prójimo como a nosotros mismos, ve en esa persona a Dios mismo … No es mucho imaginar la respuesta, maldiciones, insultos y ofensas contra quien recordó una realidad caritativa para su propia salvación o el ofensor no dice nada y disimulado calla, o molesto en su interior dice: ¡haré lo que busco! ... Hoy no importan los bienes que Dios deposita en las almas, no importa su caridad, misericordia y bondad, porque se carece de este conocimiento divino del que no se quiere saber, porque priva el sentimiento de la miseria humana: humillar mostrando al ofendido lo que no es se ha hecho una costumbre, por eso, cuando se habla de que Jesucristo Nuestro Señor dijo a Pedro; las veces que tiene que perdonar; …"No te digo hasta siete veces sino hasta setenta veces siete"…Muestra Dios Nuestro Señor que es a todas las almas pecadoras su infinita misericordia que el mundo no cree ni entiende, resultando incomprensibles sus virtudes dice al interior el pecador; …¿No es posible después de tantas ofensas que he cometido contra la ley de Dios, no creo exista para mí perdón? … Pensar así es grave porque es una carencia increíble de fe, una cortina pesada que impide ver y entender la sublime misericordia de Dios que su divino Hijo derrama cada segundo de la existencia es rechazada, reflejando una falta de convicción espiritual que impide conocer su misericordia e ir ha Cristo Nuestro Señor al escuchar su palabra; …"Pero el Hijo del hombre, cuando vuelva, ¿hallará por ventura la fe sobre la tierra?" …Profetiza el Señor lo que hoy el mundo incrédulo juzga, de donde nace la pregunta, ¿Por qué esta actitud humana? Poniendo atención sin dejarse llevar de pensamientos escuchemos con atención de Dios Nuestro Señor su misericordiosa palabra y pasarán por la mente los instantes de cada latrocinio cometido, las faltas con las que se le ha ofendido surgen el temor y la interrogante; … ¿Si Dios existe no me perdonará lo que le he hecho a sabiendas de que lo hice sabiendo lo que hacía? Por eso no creo en que reciba su perdón …La respuesta la tiene el cristiano católico depositando fe y confianza en el Señor acopla su alma, corazón y los sentidos a la obra de Dios: El don perfecto por excelencia.
¿Cuál es este don? Veamos, la prudencia divina acerca al pecador la dulzura de su amor infinito que no es percibido por estar atraído en los vaivenes de la vida diaria, razón por la que adolece de la paz y tranquilidad del alma, pero quien lucha por obtener y conservar el don por excelencia lo conserva en su alma hace suyo el orden de vida espiritual.
La palabra de Cristo Nuestro Señor siempre actual invita a reflexionar lo que el Señor manifestó en muchas ocasiones a sus enemigos que nunca lo dejaron de hostigar, viendo Él que escondían en sus pensamientos la continua conspiración motivados por su incredulidad, en las mismas proporciones o más que hoy se encuentra una inmensa mayoría, enseño; …"Y dichoso el que no se escandalizare de Mí" … Se adelanta a las murmuraciones de ellos cuando dijo: …"Yo soy el pan que bajó del cielo"…Incomprensible entender al incrédulo como ellos y los que siempre han estado a través de cada siglo.
Seguía al Señor una multitud animada por los milagros que había obrado en los enfermos despertó una pasión inexplicable de verle y escucharle, movido de su misericordia, porque conoce en la muchedumbre la falta de alimentos, celebra reunión con sus discípulos para ponerles a prueba; …"Dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para que éstos tengan que comer?"…Al no encontrar soluciones, sabiendo el Señor lo que habrá de hacer, pidió buscaran comida entre la muchedumbre encontrando cinco panes y dos pececillos que le son entregados, pide sentarse a la multitud en la hierba, y los alimentos los bendice y se van multiplicando en sus manos, los discípulos distribuyen la comida entre la multitud que ve y conoce el milagro y su participación de él, así el Señor va dando los pasos con prudencia en su camino a instaurar el sacramento de la Eucaristía.
La muchedumbre en el interior cada persona vive una atracción diferente por el alimento recibido del Señor este sagrado alimento corporal, por este milagro empezó a escucharse en la multitud; …"Éste es verdaderamente el profeta, el que ha de venir al mundo"…Y decide aclamarlo rey, prefiriendo el Señor retirarse de ella, reza el evangelista; …"Se alejó de nuevo a la montaña, Él solo"… Desconcertada la multitud lo busca hasta encontrarlo al otro lado del lugar donde habían comido el pan.
¿Cuántas cosas obró el Señor a la posteridad de los siglos que quiso reafírmalo en este pasaje de su vida? Por la forma de interrogarlo deja entrever que sus enemigos están entre la muchedumbre tratando de no perder el control apurados en encontrar una razón que les diera la oportunidad de acusarlo, ve el Señor sus intenciones y de la gente sencilla de la multitud; …"Jesús les respondió y dijo: En verdad, en verdad os digo, me buscáis, no porque visteis milagros, sino porque comisteis de los panes y os hartasteis"…En primer lugar, lo buscaban porque el alimento no elevo su alma, sino que satisfizo su estómago, fue real que al probarlo saborearon el alimento que más era de su gusto y tenían en su intención, no se tomó como alimento que eleva el alma a Dios ¿Que dio a entender a los ahí reunidos y a la posteridad de los siglos su enseñanza? Vieron el milagro y se conmovió su interior, mas al probarlo, el cuerpo saboreó un alimento que no habían deleitado despertando más apetito del estómago, que el del alma, es posible, de acuerdo a su fe fue la vivencia espiritual del alimento recibido sin reconocer que sólo Dios puede hacerlo, ven en el prodigio un poder razón de querer hacerle Rey temporal de Israel, rechazan el milagro al no ver y no comprender en Jesucristo Nuestro Señor el Hijo enviado por Dios con derecho a ser escuchado.
Lo buscan forzando a recibir de Él más alimento, demostrando como hoy se ve en las Iglesias y en cualquier lugar que se dice seguirlo la incredulidad que obra a engañar lo que de dientes afuera dicen esos corazones vacíos, San Agustín refiere a todos los tiempos su incredulidad a la palabra de Jesús; …"al buscarme, vosotros obedecéis a los instintos de la carne y no ha los deseos del espíritu"… No obstante que el Señor ve en los corazones la necesidad de satisfacer la gula y no el alma, deposita su misericordiosa voluntad a que se avive la razón del milagro que han conocido, adelanta a ellos y la humanidad de cada siglo el punto trascendente y vital para la salvación del alma es acercarse al Señor por el Don perfecto por excelencia, invita a ponerse el traje de la limpieza del alma al banquete que anuncia la parábola del banquete nupcial; …"Mas cuando el rey entró para ver los comensales, notó a un hombre que no estaba vestido con el traje de boda.
Díjole: Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin tener el traje de bodas? Y él enmudeció"… ¿Que adelanta a los tiempos Nuestro Señor? Sencillo, …para venir a mi Banquete a recibir la Eucaristía, viste el traje nupcial cumpliendo el sacramento de la confesión donde queda el alma limpia obtiene su traje a recibir su cuerpo, sangre, alma y divinidad, por ello dijo; …"trabajad, no por el manjar que pasa, sino por el manjar que perdura para la vida eterna, y que os dará el Hijo del hombre, porque a Éste ha marcado con su sello el Padre Dios"…Apreciando en este pasaje dos situaciones que nos permiten ver la maldad de los enemigos del Señor y la firmeza de los pocos.
Sobre la palabra de Dios en los santos Evangelios, encontramos a la gente del sanedrín, sacerdotes del templo, escribas, fariseos y saduceos todo un revoltijo de gente que busca un detalle para acusar a Jesús de incitador contra el poder de Roma.
No es nada que nos confundan los pretextos para desconcertar a la gente que seguía al Señor, y tampoco debe ocurrir lo mismo en el cristiano católico ante los desconciertos doctrinales, lo que es de valor ante Dios es la firmeza en la fe que nos enseña Jesucristo Nuestro Señor aprendamos; …"Ellos le dijeron: ¿Qué haremos, pues, para hacer las obras de Dios?"…Conociendo su intención, el Señor no reclama, va a despertar en su corazón el reconocimiento a su divinidad; …"Jesús, les respondió y dijo: La Obra de Dios es que creáis en Aquel a quien Él envió"…Como rayo aflora de su corazón la pregunta capciosa que lleva fuego de un incendio que consume los arboles buenos; …"Entonces le dijeron: ¿Qué milagro haces Tú, para que viéndolo creamos en Ti? ¿Qué obra haces?"…He aquí la tentación contra el Hijo de Dios hecho hombre, lo han tentado a que ostente lo que ellos guardan en su conspiración, he aquí la maldad que pulula a través de los siglos en los corazones que guardan un rencor inexplicable contra quien ha venido a salvarles y los salvara quieran o no del pecado.
La pregunta es malévola toda la maldad concentrada, esto es lo que Jesús quiso viéramos y escucháramos: la tentación está en acecho constante, esto que dicen sus enemigos ante Él es la misma postura y actitud que escuchamos en nuestro alrededor en este siglo XXI dentro del hogar y fuera de él; …"Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio de comer un pan del cielo"… Sin tener razón en sus palabras puesto que son dos cosas distintas, una que los profetas por obra de Dios dieron alimento al pueblo judío, y otra el alimento de la multiplicación de los panes que Jesús siendo obro viene de Dios, como él es Dios lo dispuso para bien del alma, ello debiera mover al cristiano católico a estar en las condiciones de recibir el cuerpo de Cristo; …"Jesús les dijo: En verdad, en verdad, os digo, Moisés no os dio el pan del cielo; es mi Padre quien os da el verdadero pan del cielo"…
…"Porque el pan de Dios es Aquel que desciende del cielo y da la vida al mundo"…Por eso, más que alimento corporal Jesucristo Nuestro Señor insiste que amemos el alimento espiritual: la oración, la verdad y la unión con Dios a través de la Eucaristía.
Observando la palabra del Señor, apreciamos en su invitación no decir que solo es al pueblo de Israel sino que se extiende al mundo, refiriendo en forma especial a todo hijo creado por Dios invita al Banquete celestial, revela: …"Desciende del cielo y da vida al mundo"… Reza Nuestra Santa Madre Iglesia; …"La vida está encerrada en Él y por Él centellea y se esparce en el hombre y en el mundo"… Que mas podemos pedir al Señor, se da Él, se entrega al cristiano católico, a vivir en su interior la presencia del cuerpo, sangre, alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, su palabra a no dudar sacudió cada corazón de la muchedumbre reunida a exclamar y dejar atrás las pérfidas intenciones del sanedrín, a voz en coro; …"Le dijeron: Señor, danos siempre este pan"…Y vino a donde Él quería, escuchar los corazones no plenos de fe vislumbrando una tenue luz de creer, por lo que define su divinidad a ellos y a la posteridad de los siglos, que sin dudar en el cielo fue una explosión de gozo y adoración al Señor; …"Respondió les Jesús: Soy Yo el pan de vida: quien viene a Mí, no tendrá mas hambre, y quien cree en Mí, nunca más tendrá sed"… Ha dado paso en la entrega del Don perfecto por excelencia.
hefelira@yahoo.com
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