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Cumplen desplazados un mes afuera de Palacio

En el campamentos hay famiias que huyeron de la violencia en Zitlala, Leonardo Bravo y Heliodoro Castillo. Foto: Óscar Mireles
El plantón de desplazados por la violencia en Guerrero cumplió un mes frente a Palacio Nacional y en la última semana se sumaron más inconformes para demandar solución al Gobierno federal.
domingo, 17 de marzo de 2019
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Agencia/Reforma
Cd. de México (17 marzo 2019).- El plantón de desplazados por la violencia en Guerrero cumplió un mes frente a Palacio Nacional y en la última semana se sumaron más inconformes para demandar solución al Gobierno federal.

El martes pasado, 56 integrantes de 18 familias del Municipio guerrerense de Heliodoro Castillo arribaron a la Capital del País para sumarse a los cerca de 300 habitantes de Leonardo Bravo y Zitlala que llegaron desde el 17 de febrero.

Este domingo, un grupo de 50 desplazados acudió a la Basílica de Guadalupe para pedirle a la Virgen que los ayude regresar a sus casas.

"Le estamos pidiendo que interceda por nosotros para poder regresar a nuestros pueblos, que no permita que los delincuentes sigan avanzando a los demás pueblos; ya no queremos más violencia queremos vivir en paz con nuestros familiares y que nos proteja con su maravilloso manto", comentó Domitila Marino Flores, quien huyó de Leonardo Bravo.

Los pobladores de ese municipio dejaron sus propiedades en noviembre pasado, ante la irrupción de un grupo armado que presume ser la Policía comunitaria de Tlacotepec, cabecera municipal de Heliodoro Castillo.

Las familias que llegaron esta semana huyeron de sus viviendas desde junio de 2017, luego que el mismo grupo armado irrumpió en sus comunidades.

Rosa Cuevas, quien vivía en Pueblo Viejo, en Heliodoro Castillo, recuerda que la gente de Tlacotepec mantuvo a su comunidad sitiada durante tres días, con gente armada apostada en los cerros que de vez en vez disparaba hacia el pueblo.

El Grupo de Coordinación Guerrero informó en ese entonces que se trató de un enfrentamiento entre civiles armados, pero Cuevas sólo recuerda que decenas de personas, principalmente mujeres y niños, tuvieron que huir de noche y seguir caminando mediodía más hasta llegar al pueblo La Guitarra.

De ahí el Ejército los llevó a otro poblado llamado La Vuelta del Sur, desde donde 200 familias viajaron a Chilpancingo para intentar presentar una denuncia ante el Ministerio Público, lo que, según Cuevas, no quisieron hacer los agentes por miedo a represalias.

En lugar de levantar la denuncia, los agentes del MP les sugirieron ir a Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo.

De esas 200 familias la mayoría dejó el Estado de Guerrero para ir a vivir con otros familiares, explicó Cuevas.

La mujer reconoció que en el pasado se sembraba mucha amapola en su municipio, pero asegura que desde hace dos años ese negocio comenzó a mermar, situación a la que achaca que la gente de Tlacotepec comenzara a irrumpir en poblados aledaños.

Desde junio de 2017 a noviembre de 2018, la policía comunitaria de Tlacotepec, dirigida por Humberto Moreno Catalán, ha tomado por las armas las comunidades de Pueblo Viejo y La Vuelta; en Heliodoro Castillo, y Filo de Caballos, Campo de Aviación, Los Morros, La Escalera, Puentecillas, Corralitos, Carrizal y Torre la Camotla, en Leonardo Bravo.

"No es casualidad que toda esa zona sea de mineras", añadió Cuevas.

 

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