Es el caso de Juan Requesens, diputado de la Asamblea Nacional que fue detenido en agosto por las autoridades venezolanas. Foto: Carlos Figueroa Ramirez

Agencia/Reforma

Caracas, Venezuela (04 febrero 2019).-

En las fotografías familiares expuestas sobre la mesa de la salita puede verse a un muchacho sonriente, recién graduado. En otras, más nuevas, el joven se ha convertido en orgulloso papá de dos hijos.

El protagonista de las instantáneas en Juan Requesens, diputado de la Asamblea Nacional venezolana, detenido a principios del pasado agosto por las autoridades venezolanas, y en prisión desde entonces.

"Mi hijo es un preso político porque está encarcelado por pensar diferente. Aquí el que tiene conciencia del problema venezolano y piensa diferente, por una Venezuela mejor, le buscan meterlo a la cárcel, si es que no lo matan.

Pero lo meten y lo torturan", dijo a REFORMA su padre, Juan.

En Venezuela hay más de 400 presos políticos, según diversas organizaciones de la Sociedad Civil, consideradas como opositoras por el Gobierno de Nicolás Maduro.

Dichas instituciones consideran a Requesens uno de esos presos de conciencia.

El diputado fue acusado de ser uno de los instigadores del atentado con drone contra el líder chavista en agosto, y además, se le levantaron cargos como traición a la patria, financiamiento para el terrorismo y asociación para delinquir.

"Todos van etiquetados con los mismos cargos. Cualquier cosa que se le oponga, bien sea en la retórica, en el verbo o en las protestas, para ellos es un traidor a la patria o un terrorista", aseguró el familiar.

"Con eso quieren tapar, silenciar y callar la gran torta que han hecho destruyendo este país por 20 años. Ellos creen que van a tapar el sol con un dedo, pero ya el pueblo venezolano despertó", añadió.

Poco después de su entrada en la prisión del Helicoide, que también es la base del servicio de inteligencia estatal, fue difundido un vídeo en el que Requesens admitía haber formado parte en la organización del supuesto atentado.

Su padre afirmó que fue drogado con escopolamina por medio de un jugo entregado al preso antes de la grabación. Agregó que su hijo no recuerda nada de aquello.

"Este tipo de drogas producen un tipo de amnesia. Estuvo bajo los efectos de tóxicos", denunció su padre.

Las detenciones aumentaron exponencialmente en Venezuela en los últimos días.

Tan sólo desde el pasado 23 de enero, cuando Juan Guaidó juramentó como "Presidente encargado", las autoridades han arrestado a más de 850 personas, entre ellas 77 menores de edad, según la ONG Foro Penal, que defiende a los presos considerados políticos por la Oposición.

"Tienen entre 12 y 17 años. Niñas y niños. Esto es muy lamentable", explicó Rodrigo Terán, director de la institución.

"Todos son inocentes. A veces les inventan que cargan bombas molotov y quieren cargarlos como caso de terrorismo. Entonces resulta que el joven o la persona que detuvieron ni siquiera estaba participando en la manifestación", añadió.

Asimismo, alertó de que a algunos presos políticos se les prohibieron las visitas familiares y viven en condiciones deplorables.

"No tienen dónde hacer sus necesidades fisiológicas" expuso.

"Es una gran cantidad de tortura psicológica la que muchos tienen".