Estos son más frecuentes entre las mujeres y, en algunos casos, son hereditarios.
Existen 3 tipos de hallux valgus: congénito, adquirido y patológico, entendiendo este último como la deformidad metatarso-falángica asociada a enfermedades como la artritis reumatoide o la gota.
La adquirida es la más habitual.
• Congénito: los casos rarísimos de esta enfermedad son realmente anomalías congénitas de la articulación del primer dedo.
• El adquirido: en su aparición intervienen diversos factores generales, tales como:
– Herencia: cuando la anomalía parece ser transmitida de una generación a otra.
– Edad: los juanetes pueden presentarse en edades tempranas sin causar molestias, en jóvenes de 14 a 16 años.
En el caso de los adultos, los juanetes son sintomáticos a partir de los 40 años.
– Género: El hallux valgus es una enfermedad más común en la mujer debido al uso de zapatos puntiagudos, apretados y de tacón alto.
Para que se desarrolle la enfermedad debe existir un trastorno estructural básico:
• Pie plano: Un dedo gordo excesivamente largo es la causa más frecuente de juanetes.
El primer dedo largo dentro de un zapato queda comprimido y se desvía, lo cual crea un círculo vicioso que conduce al inicio y desarrollo del hallux valgus.
• Metatarsus primus varus: Este término se refiere a la separación y rotación interna del hueso metatarsiano, considerándolo como la causa fundamental del hallux valgus.
• Desequilibrio muscular: Se considera más una consecuencia que la causa de la enfermedad.
Una vez que se ha establecido, los músculos contracturados y los tendones desplazados pueden agravar la mala posición y el dolor del primer dedo.