12 hábitos de la gente productiva

1.Dedican tiempo para planear. Alrededor de 5 a 10 minutos diarios para pensar las tareas que tienen ese día (o el siguiente) y organizan un plan para poder lograrlo todo.
2.

Las tareas rápidas las hacen de inmediato. Si se acuerdan de algo que tienen pendiente que toma menos de 5 minutos lo hacen inmediatamente, sin tener que estar anotándolo.
3.

Dan prioridad en su “to-do list”. Cuando la lista del día es muy larga para terminarla en menos de 24 horas, lo que suelen hacer es poner de primero lo que es absolutamente necesario.
4.

Identifican y utilizan la ventana de su productividad. Nadie está en su mejor momento durante todo el día. Las personas productivas conocen en que momento del día su productividad aumenta y le sacan provecho.
5.

Saben cuando hacer multitask. La clave de esto es saber cuando se puede hacer: mientras recoges la cocina, escuchas un programa de televisión relacionado a tu trabajo o haces brainstorm mientras caminas en las mañanas.

También saben diferenciar multitask y distraerse: ¿meterte en Facebook cada cinco minutos? Eso es distraerse.
6. Usan herramientas para planear su día a día.

Estas personas buscan herramientas que se adapten a su estilo de vida. Si son tecnológicos usan apps o si son más tradicionales usan una agenda.
7.

Toman descansos. Suena contradictorio, pero trabajar sin parar no te hace más productiva.
8. Son realistas sobre el tiempo que toma cada tarea. De esta manera no calculan tiempo extra para distraerse ni poco tiempo para retrasarse.
9.

Tienen a quien rendirle cuentas. Las personas productivas saben lo que quieren lograr diario, semanal y anual, así que no les gusta decepcionar a los demás.
10.

Son perfeccionistas cuando tienen que serlo. El ser perfeccionista en todas las áreas hace que no termines las cosas.
11. Dirigen de la manera correcta.

Delegan tareas que saben que son apropiadas para sus empleados. Y siempre con educación diciendo “por favor” y gracias.
12. Se enfocan en lo que hacen y no lo que dejaron de hacer.

Al final de cada día analizan su día y eligen mirar el lado positivo de las cosas, así pueden dormir tranquilos, logrando sentirse preparados para ser productivos para el día siguiente.