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1 Anota tus ingresos y tus gastos.
Bien seas en una libreta o en una hoja de Excel, para que puedas llevar un control detallado de tus finanzas. Así podrás detectar en qué estás fallando, recuerda que para poder controlar tus gastos debes ser organizada.
2 Aprende a decir “NO”.
Tus hijos no morirán si dejas de comprarle algo en el supermercado o en el centro comercial, tampoco serás mala madre por esto.
3 Dile adiós al café instantáneo.
¡Sí! Este tipo de gastos, por más pequeño que parezca, suma una gran cantidad de dinero al final del mes. Compra un termo y prepara tu café en casa.
4 Deja de fumar.
No solo le hará bien a tu bolsillo, también a tu salud.
5 Paga tus tarjetas de crédito. Al cancelar tus deudas a tiempo te libraras de los intereses y penalizaciones que pueden llevarte a la banca rota comienza por dejar la tarjeta en casa y utilízala solo cuando sea necesario o podría convertirse en tu peor enemiga.
6 Recorta las comidas en la calle.
Busca recetas rápidas que te permitan preparar tu almuerzo del trabajo en la noche antes de dormir. Hazles el lunch a tus hijos en lugar de darle dinero y deja las comidas en la calle para algunos fines de semana.
7 Haz la lista del supermercado.
Así comprarás sólo lo necesario y dejaras de botar la comida que se daña en tu nevera.
8 Compra ropa en las ofertas. A menos que necesites una prenda urgente, lo mejor es que te olvides de las compras compulsivas y esperes las rebajas que hacen las tiendas.
Eso sí, comprando solo lo necesario.
9 Cambia tu plan de teléfono móvil. Las compañías telefónicas son expertas en vender sus planes y paquetes, así que debes preguntarte si realmente necesitas esos minutos que te ofrecen en el plan, si no puedes optar por uno más económico.
10 Ahorro energético.
Puedes comprar bombillos de luz blanca que reducen significativamente el consumo de luz al día. Cuelga la ropa al sol en lugar de usar la secadora. Abre las ventanas en vez de tener el aire acondicionado prendido todo el día, inclusive cuando no estás en ese lugar.
11 Camina.
No uses tu vehículo para ir a lugares que se encuentran a poca distancia de donde te encuentras. La gasolina también genera un gran gasto extra.