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La relación entre hermanos ¿mejora con la edad?

En cada etapa del crecimiento hubo una persona que estuvo presente aunque cientos de veces solo queríamos que nos dejara en paz: nuestro hermano o hermana.
martes, 8 de enero de 2019
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(EL UNIVERSAL) En cada etapa del crecimiento hubo una persona que estuvo presente aunque cientos de veces solo queríamos que nos dejara en paz: nuestro hermano o hermana.
Aunque de niños las peleas entre ustedes hayan sido constantes, el paso del tiempo les terminó por enseñar importantes lecciones y reconocer el valor que su existencia tiene en tu vida.

Si hoy estas aquí, es gracias a las cosas que aprendiste mientras convivías con él o ella: tolerancia, confianza, complicidad, entre otras.
¿Qué cambios has notado en su relación con el paso del tiempo? Estos son algunos ejemplos con los que podrías sentirte identificada.
1.

Antes se acusaban mutuamente, ahora guardan sus secretos
Si tu hermano o hermana pintó la pared cuando eran niños, es posible que tú fueras la primera en ir corriendo donde mamá a darle la noticia.

Años después, la regla de oro es no romper esos secretos que ambos se confiesan o que terminan enterándose por otros medios. Dejaron de ser los máximos acusadores para convertirse en los mejores confidentes.
2.

Pasaron de competir entre ustedes a ser sus primeros fanáticos
Cuando tu mamá te daba un beso o un abrazo, no pasaban ni cinco segundos hasta que tu hermano o hermana llegara a reclamar su parte.

La competencia por ver quién tenía más era feroz pero el tiempo les ha enseñado que lo importante no es ver quién sale ganador sino que cuente con el apoyo incondicional del otro.
3.

Los celos se convirtieron en orgullo
¿Recuerdas cuando los halagos que recibía tu hermano o hermana te quemaban por dentro? Esos celos infantiles no hacían más que aumentar la poca tolerancia que tenías hacia él o ella.

Ahora que son adultos, sientes sus triunfos como si fueran tuyos y te emocionas igual que tu hermano o hermana cuando algo bueno le pasa.
4. Si pensabas que era de otro planeta, hoy los entiendes mejor que nunca
La diferencia de edades entre ustedes pudo ser un impedimento para que su relación sea afiance durante su niñez y adolescencia, pues cada uno tenía prioridades diferentes y estaba pasando por una etapa distinta.

Una vez llegados a la adultez, ambos se entienden mucho mejor porque viven experiencias similares y pueden aconsejarse.
5. Dejaron de ser posesivos para compartir
Eso de “tus audífonos” y “mis audífonos” que te volvía loca a los quince hoy quedó en el pasado.

Ya no tienes reparos en prestarle a tu hermano o hermana lo que sea que necesite porque sabes que te lo va a devolver. ¿Para qué gastar doble si pueden ahorrar mientras comparten?
6.

Aunque querías tenerlos lo más lejos posible, ahora no te imaginas la vida sin ellos
De seguro durante tu adolescencia, lo único que querías era escapar de ellos porque su sola presencia te resultaba molesta.

Ahora que son mucho más maduros, sabes que tu vida nunca hubiera sido la misma sin él o ella. Si hoy eres quien eres, es porque tu hermano o hermana te ayudó a crecer como persona.

 

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