Emociones y recuerdos al máximo

Agencia/Reforma
México, Pachuca
Llanto, épica, rivalidad, renuncia, entrega religiosa y risas.

La Octava Investidura del Salón de la Fama del Futbol reflejó desde la algarabía por la presencia de un campeón del mundo en México, Cafú, hasta la controversial negativa de Miguel Mejía Barón para recibir la distinción y la imagen del italiano Roberto Baggio, a través de un video, convertido al Budismo y alejado ya de los reflectores.

Baggio no asistió a la ceremonia que se efectuó ayer en el Auditorio Gota de Plata de esta ciudad, como tampoco lo hicieron el mexicano Aarón Padilla y el argentino Carlos Salvador Bilardo, pero ellos por batallas para mantener la salud.

Aarón Padilla Jr. no pudo contener que las lágrimas rodaran por sus mejillas cuando recibió el galardón a nombre de su padre, mientras en un video aparecía el "Gansito" en su casa con el trofeo en mano.

Lágrimas que también derramó Héctor Miguel Zelada cuando fue su turno de ser investido y después de remarcar que América, el equipo en el que más sobresalió en el País, es "el club más importante de México" e insistió que aún cuando le pese a los de Chivas.

También aparecieron en escena Arlindo dos Santos y su investidura por ser el primer anotador en el Estadio Azteca, junto a quien lo presentó, Roberto Martínez, el primer mexicano en marcar en el Coloso.

Lo solemne y sensible que tuvo en gran parte la Octava Investidura tuvo un giro en el cierre, cuando Aílton Da Silva presentó a Cafú como nuevo miembro del Salón.

"Tenía un discurso preparado pero se me acabó la pila", dijo Aílton
Cafú rió en cada ocurrencia de su compatriota y cerró el evento en el que se volvió "inmortal" para el futbol.

"Un gusto estar entre todos los que entran al Salón.

Una manera de regresar todo lo positivo que el futbol es a través de una escuela de formación en la que no pretendo crear sólo futbolistas, antes hay que formar ciudadanos", afirmó Cafú al alzar su galardón.