REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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El mal asedia los bienes del Alma

…"Y fueron los siervos del dueño de la casa y le dijeron: Señor ¿No sembraste grano bueno en tu campo? ¿Cómo entonces, tiene cizaña?"… (Mt 13, 27)
domingo, 11 de noviembre de 2018
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Nuestro Señor Jesucristo mostrará a su pueblo y a la posteridad de los siglos, que el amor del Padre hacia las almas está en perdonar y amarlos como a hijos amados, a pesar de conocer el Señor la condición humana de la que somos cautivos por nuestras miserias y debilidades, no es para Dios ninguna sorpresa que en todo instante estamos necesitados de su misericordioso perdón, que su divinidad se goza cuando arrepentidos de corazón se busca con empeño reparar las ofensas recuperando la gracia perdida, es en todo momento deseo del Señor cumplir su promesa filial de Padre amoroso del que debiéramos no grabar sino taladrar o soldar en el alma y corazón su palabra cuando en agonía solicita a su amado Padre la compasiva absolución para los pecadores; …"Señor perdónales, porque no saben lo que hacen"… Es en la naturaleza divina no negarle su benevolente perdón en vida del cristiano católico cuando abatido y dolido de su vida pecadora contrito suplica la comprensiva generosidad de clemencia viendo lo profundo del corazón obra con suavidad, ternura y a que de ninguna alma se pierda es la prevención de su divina palabra; …"Cualquiera que oye la palabra del reino, y no la practica, viene el malo y arrebata lo que se sembró en su corazón"… Desde al nacer en todo ser humano Dios ha depositado las potencias del alma (memoria, entendimiento y voluntad) para que por ellas en todo instante diferenciar lo bueno de lo malo, desechar todo acto de está última actitud pecadora, obrando como nos enseña en su doctrina y mandamientos obtendrá el alma asediada los bienes, gracias y dones del alma.

La obra misericordiosa de Dios Nuestro Señor está siempre latente jamás la ha negado por ser de donde se desprende el medio perfecto de salvación.
…"24 Otra parábola les propuso diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró grano bueno en el campo"…
…"25 Pero, mientras la gente dormía, vino su enemigo, sobresembró cizaña entre el trigo y se fue"…
…"26 Cuando brotó, pues, la hierba y dio grano, apareció también la cizaña"…
…"27 Y fueron los siervos al dueño de la casa y le dijeron: Señor, ¡No sembraste grano bueno en tu campo? ¿Cómo? ¿entonces, tiene cizaña?" …
…"28 Les respondió: Algún enemigo ha hecho esto.

Le preguntaron: ¿Quieres que vayamos a recogerla?" …
…"29 Mas él respondió: No, no sea que, al recoger la cizaña, desarraiguéis el trigo"…
…"30 Dejadlos crecer juntos hasta la siega.

Y al momento de la siega, diré a los segadores: recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y al trigo juntadlo en mi granero"…
hefelira@yahoo.com

…"El hombre bueno, de su tesoro de bondad saca el bien; el hombre malo, de su tesoro de malicia saca el mal"… (Mt 12.35)
EL MAL JUNTO AL BIEN.
El alma, creación de Dios es obra divina, de ahí su perfección, mas no del cuerpo que la recibe y le da vida, movimiento y obrar de acuerdo a su libre criterio.

El cuerpo humano es débil y frágil inclinado a la comodidad, a gozarse en el pecado, a ser halagado y disfrutar sus perversidades, con esto y mucho mas contamina su alma por medio del cuerpo que incitado vive la tentación, mas llega el momento en su interior que avizora el rechazo a esta forma de vida, en el corazón surge una luz lejana, es el llamado de Jesús, que en la conciencia hace recapacitar repasando cada acto de su alma despertando de su letargo, es cuando de las potencias del alma la voluntad retoma al camino del arrepentimiento; esto quiere decir que no estamos perdidos, sí fuera así, Dios no hubiera depositado en el alma y cuerpo los medios para vencer las incansables y continuas acechanzas demoníacas sobre el cuerpo humano.

Jesús ayuda a fortalecer espiritualmente el alma ya que por sí misma aumente su fe en Dios por la oración, actos de piedad, asistencia a la Santa Misa, frecuencia de sacramentos; que nadie se diga desconocedor de la obligación de hijo de Dios al no dedicar un tiempo en dar gracias a Dios por los logros buenos y malos del día; en la mañana pedir su ayuda para enfrentar
por amor a Dios el mundo de cada día y así espiritualmente estar preparado para no caer.

Todas las almas que viven en este valle de lagrimas están propensas a que una turbación tolerada llevada a los hechos, hará que lo logrado por la abstención del pecado se pierda, Dios no quiere perdernos, es la persona humana quien por su conducta retira a Jesús de su alma, pero el Señor, espera paciente y humilde, siempre atento a rescatar el alma arrepentida que venció sus debilidades y flaquezas.

El alma es celosa y hay razón para ello; no quiere perder su existencia eterna, por eso lucha no con celo casual, sino por temor de perderse eternamente, cuando las indiferencias del ser humano se conviertan en una cáscara de plátano pisada con descuido para caer eternamente.
El alma y el cuerpo desde su nacimiento y al termino de la existencia siempre estarán juntos, de esta forma el mal no se separa del bien, así como en el mundo hay hombres buenos y malos, hay hijos buenos e hijos malos y en todos los lugares de la vida humana existen dos bandos irreconciliables, siempre juntos; el mal tienta alma y cuerpo, el bien lucha por vencer la tentación mala dentro de un campo estrecho como lo es el
cuerpo humano, para ello el alma acude a su Señor y creador para que por el esfuerzo espiritual obre bien y así vencer el mal; solo el débil de espíritu hace de él un mal guía de comportamiento arraigado en su corazón.

La realidad de esta situación es entre el alma y el cuerpo, nos dice Jesús;…"Nadie puede servir a dos señores, porque odiará a uno y amará al otro; o se adherirá al uno y despreciará al otro"…Viene la sentencia del
Señor para hacerla nuestra;…"Vosotros no podéis servir a Dios y al mal"…Quiere decir, que el alma es de Dios y esta debe dominar el cuerpo tendiente al mal.
El gusto del cuerpo es terrible y todos lo sabemos.

Veamos; ¿Puedes desechar el vicio del cigarro? ¿Del alcohol? ¿De la frivolidad? ¿Del engaño y la mentira? ¿Del adulterio? Gula, fraude, soberbia, robo o cualquiera que sea; ¿Verdad que no es fácil? Fíjate bien, eres atraído a seguir como esclavo del hecho de la tentación, no puedes dejar de pensar en ello, y sí crees que ahí termino todo ¡No es así! Sino que vuelve otra vez la tentación a inducirte y despierta tu inclinación que te excita y no deja que te niegues, porque te tiene asido a su voluntad; la tentación te engaña diciendo; "Solo esta vez" bien sabes que siempre es lo mismo; ¿Acaso sabes porqué actúas así? Porque con estos actos has ofendido a Dios una y otra vez, alejando el alma de Dios; sí el Señor no fuera misericordioso, bastaría con el primer pecado para que de inmediato castigará la infamia de haber violentado sus mandamientos, su doctrina, el amor a Jesús y al prójimo y que el alma no puede justificar, porque Él ve en tu interior lo que está obrando conciente tu mala conducta; mas su paciencia no tiene fin, al igual su humildad que resiste tanta afrenta de las almas, que juegan al hoy me arrepiento y mañana si se presenta la oportunidad peco y vuelvo arrepentirme.

Jesús en una y otra circunstancia obra siguiendo el hecho de la persona que agrava su alma. En Él su deber de amor es perdonar y esperar el acto contrito que conduzca alma y cuerpo a solicitar su perdón; nos ilustra San Pedro;…"No es asombroso el Señor en la promesa, antes bien lo que algunos pretenden ser tardanza, Él tiene paciencia con nosotros, no queriendo que algunas perezcan, sino que todas lleguen al arrepentimiento"…En vida de las almas, el empeño del Señor es ganar a buenos y malos; mas vendrá el fin de los tiempos y a ese momento será la separación de malos pertinaces y buenos amadores, como arrepentidos.
Vayamos a la palabra de Jesús, todo lo anterior lo esclarece al predicar la Parábola de la cizaña.

Nos dice el Señor;…"Semejante es el reino de los cielos a un hombre, que sembró buena simiente en su campo"…Ese hombre es Cristo Jesús, que deposita la semilla, de su doctrina y mandamientos en las almas, obra de su misericordia porque su semilla es fuerza espiritual que vitaliza el alma, le da salud arraigándola en la intimidad de su corazón; la simiente dice el Señor es;…"buena"…O sea, que el alma de cada persona es buena y por ello dispuesta a escuchar y responder su llamado, en una palabra toda ella es fertilidad para dar frutos en este campo que es el mundo.

Luego viene la
lucha del mal contra el bien, nos dice la predicación de Jesús;…"Pero, mientras la gente dormía, vino su enemigo, sobresembró cizaña entre el trigo, y se fue"…Así es, vino el diablo enemigo incansable de Dios, que se atrevió minar la fertilidad de la semilla sembrada, hizo el mal agazapado y protegido por la oscuridad de la noche y siembra la hierba mala: la cizaña.

Nos dice de ello San Juan Crisóstomo;…"El mal nos lo hace a nosotros, pero la intención, el principio del vejamen, deriva del odio que tiene contra Dios"…Esto no debe ni asustarnos, ni agobiarnos, sino sacar la casta de hijos de Dios y mantenernos alertas, sin confiarse, sino rogar y pedir siempre la ayuda a Dios para superar los latrocinios que contra el alma urde Satanás; esta actitud del demonio debe ser en nosotros consuelo y estimulo a luchar, ante las incitaciones al mal que dirige a los
puntos débiles del cuerpo, no del alma.

Dios sabe que la acción del demonio contra nosotros, es un ataque contra Él, su reino y gloria, por ello Jesús, jamás nos dejará solos, así lo han anunciado por los profetas;…"Mira, y óyeme, Dios mío, no sea que prevalezca contra mí mi enemigo"… (Salm.

12.5)
…"Cuando brotó, pues la hierba y dio grano, apareció también la cizaña"…El enemigo del Señor actuó para inutilizar su cosecha, así obra el demonio en cada alma, la envenena con sus perversiones y su mala intención la tienta en una forma que ni siquiera nos imaginamos; siempre sutilmente en malograr el alma del Señor, se empeña perderla eternamente y presumir un éxito efímero donde el Señor tiene la palabra.
• Preocupados sus siervos, buscan a su Señor y le dicen;…"Señor ¿No sembraste grano bueno en tu campo? ¿Cómo entonces, tiene cizaña?"…Ve el dueño del campo la inquietud de los suyos, a los que les es imposible que haya nacido la cizaña y
preguntamos; ¿Como es posible que sí la naturaleza del alma es obra perfecta de Dios, el cuerpo que la lleva, la empuje ir hacer lo que no debe hacerse, corriendo el peligro de que en cualquier instante se pierda para siempre? Vemos nuestra vida y nos asombramos del mal que hemos hecho con nuestro cuerpo a él alma.

Paciente el Señor, sabedor de los alcances de quien busca malograr su campo sembrado con buena semilla, pone al tanto a sus siervos;…"Algún enemigo ha hecho esto"…¿Quién lo hizo? Fue el diablo, él es el responsable, porque es enemigo de Dios; su soberbia es malvada sin límite, su perversidad le hizo atreverse en tentar a Jesús, quien le confirma la sentencia eterna dada por Dios su Padre al condenarlo;…"Vete Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor tu Dios, y a Él solo servirás"…Quede entendida la enseñanza de Jesús para vencer al demonio; debemos ser fuertes en la fe.

Convencidos sus siervos, muestran su amor y lealtad a su Señor al decirle;…" ¿Quieres que vayamos a recogerla?"…El dueño de la siembra a sido victima de una venganza, su sabiduría grande previsora de sus obras, sabe que sus siervos serian cautelosos en arrancar la cizaña sin perjudicar el trigo, pero cuando una operación delicada que podría en un descuido quitar el fruto, el Señor respondió;…"No, no sea que al recoger la cizaña, desarraiguéis también el trigo"…La paciencia del Señor por su siembra es la que Dios tiene por sus almas y nos lo hace saber al decir;…"Dejadlos crecer juntamente hasta la siega.

Y al momento de la siega, diré a los segadores"…Comprendamos la obra del Señor, en vida de las almas su misericordia es y será fuente de salvación; llegar el término de la siega, es llegar el final de los días del mundo, en ese momento el Señor ya ha dispuesto en sus segadores los Ángeles venir a juzgar los hombres y mujeres de todos los siglos.

Jesús afirma;…"Al momento de la siega, diré a los segadores: recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo juntadlo en mi granero"…Sus Ministros de Justicia recogerán a quienes han sido ocasión de ruina por sus maldades y mala vida.

Como hijos de Dios es menester mantener el alma al servicio del Señor y al cuerpo dócil en no apartarse de Cristo Jesús.

 

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