REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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La Realeza y Santidad de Cristo Rey

…“Díjole Pilato, pues, ¿Con que Tú eres Rey? Contestó Jesús: “Tú lo dices: Yo soy Rey” … (Jn 18, 37)
domingo, 28 de octubre de 2018
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¿Por qué razón se aviva la fe en tu alma? ¡Por Cristo Rey! Invocando con fervor, devoción y disposición: ¿Qué Cristo es el Rey de mi familia y de mi hogar? ¡Lo es! ¿Qué Cristo es el Rey de la cuadra donde vivo? ¡Lo es! ¿Qué Cristo es el Rey de mi colonia? ¡Lo es! ¿Qué Cristo es el Rey de mi ciudad? ¡Así lo es! ¿Qué Cristo es el Rey de mi Estado? ¡Claro que lo es! ¿Qué Cristo es el Rey de México? ¡Lo es! Y una multitud de millones de mexicanos de sur a norte a una sola voz exclaman: ¡Viva Cristo Rey en nuestros corazones! Y para complementar esta profunda disposición del corazón de México por Cristo Rey no podía de dejar de volver la vista y el corazón a su abnegada Madre y exclama; ¡Viva la siempre Virgen Santa María de Guadalupe! Más viene preguntar al cristiano católico: ¿Cristo es el Rey de tu corazón? Que la euforia no te contagie, abrígate a ti mismo, y en silencio dirige a Cristo Rey lo que vives y reconoces de su Realeza y atraído por su santidad confiésale: … “¡Tú eres el Cristo Rey de mi corazón!”… Y arrodillado ante el crucifijo aceptando la realeza de tal Rey besa amorosamente sus divinos pies, y podrás aliviar el recuerdo del pesado camino cuando llevando la cruz de tus y nuestros pecados a cuestas camino al Calvario, cayó con ella en tres ocasiones, porque cada caída fue cada vez más pesada la cruz de los pecados en que incurre la humanidad de todos los siglos, pero la benevolencia de Cristo Rey: perdona.


La realeza de Nuestro Señor Jesucristo es sobre el mundo y el universo, sobre los cielos y todo lo creado; su realeza es la fe, esperanza y caridad que dispone al cristiano católico a rendir y depositar su confianza y seguridad plena en la promesa, siendo en esté la convicción de reconocer y aceptar con limpieza de corazón la realeza y santidad de Cristo Rey, su soberanía está en las almas y las conciencias, cómo en las inteligencias y voluntades, unido todo ello a los bienes, gracias y dones que provienen de las virtudes que se adentran al corazón del pecador convertido en el deseo por vivir la Realeza y santidad de Cristo Rey, como San Pablo en carta a los Filipenses reconoce su dignidad soberana; …`Por eso Dios lo ensalzó y le dio el nombre que es sobre todo nombre, para que toda rodilla en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra se doble en el nombre de Jesús”… Confirmando la excelencia y generosa liberalidad de Cristo nuestro Rey, ilustra; …“Y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre”… Convencido de su Realeza manifiesta de su corazón de Apóstol; … ¡Dios es mi Señor, mi soberano absoluto! … La soberanía de Cristo Nuestro Señor es derecho propio de su Majestad en las almas, la familia, la empresa, la oficina, en todo tipo de trabajo, la Universidad, el Gobierno, en los medios de comunicación social, en lugares de diversión, en una palabra, todo lo que conforma la sociedad, el mundo y el universo.

El Cristiano Católico que ha comprendido, se afana a poner en sí mismo la razón que Dios tiene derecho soberano sobre cada ser humano y esté tiene obligaciones para con su Creador: Cristo nuestro Dios y nuestro Rey.


¿Cuál será el motivo por el que la humanidad de este siglo rechaza a Cristo? La razón está porque no quieren aceptar el reinado de Cristo, es la actitud equivocada de una verdad que no admite ni duda ni disputa, la realidad de Cristo resucitado reina con todo el esplendor de su victoria en medio de los elegidos que son su conquista, más para que nadie se sienta excluido y descartado o marginado del Señor, razone hoy que está en condiciones de tiempo y oportunidad de escuchar con atención cuando habla Cristo Rey; …“Porque muchos son llamados, más pocos los escogidos”… Es cierto, cada alma está en su deseo de ganar este título, muchos quieren llegar a serlo pero se quedan por si mismos en el camino de la vida, otros se cansan y se sumen en caminos escabrosos donde el alma cae y desbarra en vida perversa y pecaminosa, pocos son los que se levantan de esta borrasca, pero quede claro, el deseo de Cristo es que todos se sean salvos, Él es el único Rey que lucha porque las almas que son de su propiedad se convenzan creyendo y obrando como Él lo pide en su doctrina y mandamientos, así obtendrán la llave que salva, pero cuando está en la persona la reticencia de no desear y no querer salvarse no se da, sin duda que será doloroso a nuestro Rey verlos que se pierden, y por más medios que acerca al pecador, la cerrazón del corazón endurecido no se abre ni una pizca, porque consiente se nego ser súbdito de la realeza y santidad de Cristo Rey.


San Pablo en carta a los romanos anima y motiva al cristiano católico y a todo hijo de Dios en su paso por el mundo exaltando la evidente e irrefutable Majestad de su Maestro que apasionado lo alaba; …“Pues escrito está: Vivo Yo, dice el Señor, que ante Mí se doblará toda rodilla, y toda lengua ensalzará a Dios”…San Mateo engrandece y enaltece la palabra de Cristo Rey al anunciar a los siglos; …“Cuando el Hijo del Hombre vuelva en su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará sobre su trono de gloria”… Que hacer hoy, en que es el momento, tiempo y oportunidad a rendir el culto de latría, esto es, de reverencia y adoración al Rey de Reyes y Señor de Señores llevando a los hechos su enseñanza de palabra, obra y pensamiento a que Cristo Nuestro Señor sea primero en nuestras vidas, sea el centro de nuestras obras imperando en nuestra caridad de amor al prójimo, sea en todas nuestras cosas el ofrecimiento de ellas, porque el Señor es el primero en el orden de la creación y primero de nuestra salvación como hijos creados por Él, siempre será la mediación con su amado Padre; … Si Cristo es mi Rey, no puedo desterrarle ni de mi vida personal ni permitir que sea de la vida pública, la intención del laicismo teoría religioso política, persigue eliminar a Dios de la conciencia de los seres humanos, y por lógica consecuencia califica que nadie tiene que dar satisfacción a sus actos, que puede y debe vivir a su gusto y conveniencia los actos humanos donde el comportamiento espiritual, religioso y moral no son validos para el bienestar del alma en las personas, es un ateísmo práctico que no cesa en dejar de imponerse y sutilmente da entrada al desmoronamiento de los valores del alma, para eludir este carcinoma de la sociedad católica está en el fortalecimiento de la fe, en aumentar la oración y elevar el alma a la frecuencia de los sacramentos, hacen que viviendo en el fuego de la ignominia incrédula, ni la mano ni el cuerpo serán afectados, aquí, la necesidad es incrustar en el centro de nuestra existencia a Cristo y que sobre el giren todos los actos, y Él dará entonces la asistencia para expulsar esta tendencia diabólica, se responderá a ese laicismo de corrupción moral, adoptando el Teocentrismo, esto es Dios como centro de nuestra vida, porque la creencia es una convicción para afianzar y no perder, por lo que es tener presente en el corazón; ¡Cristo es Mí Rey¡ ¿Qué significado tiene está afirmación? La del convencido que comprende una realidad alejada por ese laicismo, el alma es y será siempre superior al cuerpo, y por esté estará supeditado a ella, pero la astucia del diablo trastoca el fin último de esas almas, porque la integridad moral es esencial y vital que tener muchos conocimientos.

El valor preciado del cristiano católico se afirma al confesar su fe: ¡Cristo es mi Rey porque es mi redentor y mi Dios! Llevemos nuestro recuerdo al pesebre de Belén.

Teniendo María y José descansando en el pesebre, una improvisada cuna al Niño Jesús el lugar donde se echa la comida para que coman los animales, cuando arriban los tres Reyes Magos a esta cueva que es un establo se postran ante el cuerpo de nuestro pequeño reconociendo su divinidad.

Este Niño al que adoran y le traen desde lejos oro, incienso y mirra, es el Hijo de Dios vivo, el Verbo encarnado, el Soberano del linaje humano, es decir como anuncia Tihamér Tóth; …“¡Jesucristo es Rey! ¡Es niño, pero también es Legislador! Nos ama, pero también es nuestro Juez, es dulce, pero a la vez exigente.

Y si es mi Rey, entonces yo no puedo vivir tan frívolamente como lo he hecho hasta ahora. Jesucristo debe tener voz y voto en mis pensamientos, en mis planes, en mis negocios, en mis diversiones.

¡Ah!, pero esto nos resulta demasiado exigente. Nos resulta muy duro y no queremos admitirlo porque la sencillez, la pobreza, la humildad de este Cristo de Belén es una acusación inexorable contra nuestro modo de vivir.

Porque si Cristo tiene razón, es patente que nosotros no la tenemos; no tiene razón mi orgullo, mi afán inconmensurable de gloria, mis ansias de placeres, mis idolatrías de tantas cosas terrenas, mi culto al becerro de oro”…
Palabras de reconocimiento a la Majestad divina, alabanza al Rey de Reyes, verdad incontrovertible, mas para afirmar la Majestad de Cristo Nuestro Señor como Rey y Señor de Señores, en la Anunciación el Ángel Gabriel dice a la Virgen María: …“El será grande y será llamado el Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el Trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob por los siglos, y su reino no tendrá fin”… Las palabras primeras es la explicación surgida de los Santos Evangelios, la segunda son las palabras del Ángel Gabriel tal cual como Dios lo dispuso, lo que nos lleva a meditar, cuando dijo Jesús; …“El cielo y la tierra pasarán, pero las palabras mías no pasaran ciertamente” … Han pasado Imperios, emperadores poderosos y solo quedan vestigios de su pasado, cuando se da a conocer el resultado a excavaciones de culturas que tuvieron un gran esplendor en siglos pasados, se dan como recuerdo que la historia enseña en los emperadores chinos, mogoles, griegos, Roma, el sacro Imperio romano, Napoleón, Alejandro Magno, revolución bolchevique y revolución francesa, el Imperio azteca, Mayas e Incas y muchos más, el tiempo los barrio, han pasado veinte siglos ya no existe su esplendor, pero las palabras del Rey de Reyes están latentes en la generación de todo siglo; …“Los cielos y la tierra pasarán, pero las palabras mías no pasarán” …
Pasemos a la conversación entre Pilato y Nuestro Señor Jesucristo en el Pretorio.

Apartando a Jesús del griterío de ofensas y agravios, ultrajes e insultos y falsas acusaciones con que los judíos presionan a que se le de muerte, porque no se les permite quitar la vida, intrigan para que Pilato sentencie la injusticia que buscan, el procurador que los conoce no acepta y prefiere interrogar a Jesús; ... “Pilato entró, pues, de nuevo en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: ¿Eres Tú el Rey de los judíos? “… ¿Para que pregunta Pilato? Bien conoce la falsa, acusación que para él no tiene ningún valor, como diciendo, es cosa de ellos, por su posición de magistrado, pregunta para escuchar de propia a voz de Jesús, que adelanta su Realeza, Dios se vale de los hombres para sus planes, está pregunta era una especie de profecía que así tenía que suceder para dejar clara su Realeza y Majestad: … “Jesús respondió: ¿Lo dices tú por ti mismo, o te lo han dicho otros de Mí?”… La pregunta de Pilato manifiesta a Jesús la acusación de los judíos, pregunta Pilato, porque era de su interés interrogarlo, a Roma interesa “eso de ser Rey” que deja entrever un problema político del que quería ser un nuevo poder que les fuera contrario.

Ilustrando sobre este momento, dice Teofilacto; …“Insinúa Jesús con estas palabras que Pilato es un juez parcial, como si dijera: Si dices esto por ti mismo, manifiesta las señales de mi rebelión; pero si lo oíste a otros, abre una indagación en regla”... La insistencia iracunda de los judíos hizo a Pilato evitar meterse a investigaciones, por ello fue directo a quien era acusado de ser Rey.

Hizo esta pregunta Jesús al procurador, no para saber, sino para que constase lo que quiso que se supiera; …“Pilato repuso: “¿Acaso soy judío yo? Es tu nación y los pontífices quienes te han entregado a Mí.

¿Qué has hecho?”…Entonces la dignidad de su Realeza da a conocer a los suyos y a la posteridad de los tiempos, sin entenderlo Pilato su paganismo es un velo que no le permitió entender y ahondar las palabras del Hijo de Dios; …Replicó Jesús: “Mi reino no es de este mundo.

Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores combatirían a fin de que Yo no fuese entregado a los judíos. Mas ahora mi reino no es de aquí” ... El procurador romano pregunta: …“Díjole, pues, Pilato: “¿Con que Tú eres Rey?” Y el Señor contesta con dignidad real: “Rex sum ego” Tú lo dices: ¡Yo soy Rey! Yo para esto nací y para esto vine al mundo, a fin de dar testimonio de la verdad.

Todo el que es de la verdad, escucha mi voz” ... Es de apreciar la solemnidad que Cristo Nuestro Señor dio en este momento sin querer dejar duda sino de confirmar su Realeza y Santidad.

Volvemos a Teofilacto; …“O de otro modo: Preguntado por Pilato si era Rey, respondió el Señor: "Yo para esto he nacido". Es decir: Yo he nacido para ser Rey; pues por lo mismo que he sido engendrado por un Rey, afirmo que yo también soy Rey”... No necesito Jesús un lugar ostentoso, un palacio, un lugar esplendoroso para declarar su realeza y santidad, fue en el lugar donde se decidía la suerte de los condenados, donde se discutía si mueren o no mueren, si son azotados o mutilados, podría decirse era un lugar lúgubre donde los condenados tenían miedo de llegar ahí, porque bien sabían su suerte; ahí quiso el Señor quedar a los ojos, oídos y sentidos de todas las personas su Realeza, y declara; …¡Yo soy Rey¡ …¿Qué sucedería en el mundo, el universo y en los cielos, al escuchar a su Dios decir estas palabras? A no dudar que se inclinaron y adoraron a su Señor, y la humanidad ¿Que hizo o hace? Deja pasar el tiempo, deja pasar los segundos de vida, deja las cosas para un después mortal, no mereceremos de tal Rey ser súbditos, la humanidad lo señala de poner cargas pesadas, el demonio pone cargas de placer, este pasaje es para meditación.


Ante la declaración sublime de Nuestro Señor Jesucristo; …“Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”… Hubieran deseado los ángeles, los santos apóstoles, los Doctores de la Iglesia, los Padres de la Iglesia, mártires y hombres justos de los siglos deseado haber estado ahí y escuchar a Cristo decir estás palabras, hubieran caído de hinojos a sus pies, en ellas la luz de la verdad los haría comprender las muchas cosas que alimentarían al cristiano católico para su salvación, palabra que Pilato desecho, su soberbia fue más en él que no se detuvo unos segundos y quizá las cosas hubieran sido de otra forma, pero Dios todo lo tenía previsto; …Pilato le dijo: “¿Qué cosa es verdad?” …Así obramos cuando a las cosas del mundo le damos más valor, pasa por nuestra mente Cristo Nuestro Señor y le decimos: …Por favor después … ¿Y ese después nunca llegará al corazón? Pasando por alto la Realeza y Santidad de Jesús.

Hagamos de las palabras de Monseñor Tihamér Tóth una oración de súplica a nuestro Rey en este día; …“¡Señor, acompáñanos cuando vamos por la calle, tal como Tú ibas con tus discípulos por los caminos de Galilea!”…
hefelira@yahoo.com

 

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