Pero no importa, porque por más consejos que te den en tu vida, seguro ninguno podrás aprovechar tanto como estos:
• En el trabajo, siempre haz algo diferente: Nadie quiere saturarse de trabajo, pero tampoco quiere estar aburrido o no tener ningún reto.

Por eso este consejo será tu salvación: siempre haz algo diferente. Si te da miedo hacer una entrevista, pídela, si quieres cambiar el logo de tu proyecto, ¡cámbialo! Así no te aburrirás, estarás tomando retos nuevos cada día y crecerás profesionalmente.
• Un paño no puede bailar en 2 bodas: Todas tenemos miedo de perdernos algo; perder la oportunidad de ir a una fiesta, de vivir, de viajar, de trabajar, de amar.

Y realmente no te pierdes de nada si dejas de preocuparte al respecto. Será muy liberador disfrutar lo que haces y dejar de pensar en lo que podrías estar haciendo.
• Sé tu propia porrista: Es fácil corregir a tu marido o molestarlo para hacer las cosas bien (o mejor).

Pasarán los años y verás puros defectos y nada de cualidades, cuando son éstas las que te ayudarán a ser mejor y a apoyar a quienes lo necesitan.

Mejor aún, si empiezas a ser la porrista de tu pareja, de tus amigos o de tu familia, ellos se convertirán en tus porristas personales también.
• Un hijo necesita encajar: Todo padre sabe que su vida toma un giro inesperado cuando tiene un hijo.

Pero muchos padres creen que sus vidas deben girar alrededor de las de sus hijos, cuando en realidad es el hijo el que debe encajar en sus vidas. Será fácil pensar que ese pequeño retoño será tu vida, pero no hay que olvidar que, por más importante que sea, sólo es una parte de tu vida.
• Sonríele a todos: Este es el consejo más importante, ¡y el más fácil de todos! Si alguien te está molestando, sonríe.

Si te sientes incómoda, sonríe. Si vas a salir con alguien que te cae mal, sonríe. Esa respuesta, sin importar lo que sientas, automáticamente se verá bien ante los ojos de los demás.

Y aunque no lo creas, te pondrá de mejor humor después de un rato.