REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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Misericordia y caridad

…"¿No debías, pues, tú también tener compadecerte de tu compañero, puesto que Yo me compadecí de ti?"… (Mt. 18, 30)
domingo, 14 de octubre de 2018
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Afirmemos nuestra fe y confianza en la palabra de Dios que en los Santos Evangelios significa, ganar a pulso la buena nueva de la salvación predicada por Cristo Nuestro Señor en su peregrinación por el mundo cumpliendo el mandato de su Amado Padre, y que en el Sermón de la montaña da a conocer a la posteridad de los siglos la obra de misericordia y caridad que redimirá a cada alma, imparte su enseñanza en las ocho Bienaventuranzas, de la que tomamos para esta ocasión la primera; …"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque a ellos pertenece el reino de los cielos"…Son los Santos Evangelios la oración más perfecta y gloriosa que viene de la mano de Dios a la humanidad de todos los siglos, donde se encuentra en todo pasaje a Cristo Nuestro Señor en la plenitud de su divina Majestad; se encuentra su caridad incansable de sembrador en los corazones y almas del pueblo de Israel, que vino a salvarlo del pecado; encontrando en su Catedra la enseñanza que redime el alma y corazón con la entrega de la promesa de salvación eterna, donde conocemos por su palabra la esperanza en todo siglo: ¡Ganar el Reino de los cielos! En Cristo Nuestro Señor la verdad de su palabra revela ser eterna, ¡Y por lo que ha sido, es y continuará siendo el confiar con fe en su promesa y sea la aspiración el empeño de lograr hasta obtenerla en el breve paso por el mundo; de nuestra parte adherirnos con limpieza de miras y pureza de corazón a esa promesa, despojándose el velo de la duda que acostumbran las personas poner a toda promesa humana; siendo lamentable, que la actitud de esa costumbre equivocada pone en duda la palabra de Dios, jugando al “si o no” la palabra misericordiosa de Jesucristo Nuestro Señor se repite como un eco a través de los tiempos del mundo en los corazones y en las almas; la palabra del Señor siempre está dispuesta a penetrar en todo corazón que lo desee, siendo venturosa cuando brota del interior el deseo de conocer más la palabra y obra de su Señor como cuando replico a sus discípulos: …"Soy Yo el camino, y la verdad y la vida; nadie va al Padre, sino por Mí"... ¿Qué nos está diciendo? ¿Qué entendemos y encontramos en ello? Su misericordia y caridad.

De donde fijando nuestra atención advertimos que seremos juzgados en el último día por las obras de misericordia y de caridad, sean estas espirituales como corporales, temporales como banales que a través de la existencia terrena el cristiano católico ha practicado.


Cristo Nuestro Señor poseedor de la potestad para obrar su misericordia y la caridad da la mayor dignidad porque ambas viniendo de Él son infinitas, como lo es su compasión y generosidad por el pecador, lo que resulta incomprensible a la mente humana que no tiene los alcances de valorarlo, y no los tiene por carecer o ha perdido la fe, se pone trabas y razones sin sentido, su objetivo como Hijo de Dios, le es complicado entender la obligada de disposición de ahondar la palabra de Jesucristo Nuestro Señor, profundizar en ella, entender el deseo de mostrarnos el camino que anima y motiva su Divina Majestad a que avivemos la fe en Él, disponer alma y cuerpo a las obras de caridad que espera de nosotros hacia Él y el prójimo.

Dios Nuestro Señor es la sabiduría increada, porque la humana creada por Él es para ser utilizada en el paso por la vida terrena para vencer al demonio; está llegará hasta el límite que ayuda a salvar el alma, en realidad no es aplicada al fin por el que Dios la ha puesto en interior del ser humano, la inmensa mayoría no le interesa obtener los bienes espirituales de salvación, quiere obtener por su inteligencia realizar negocios ilícitos que le den el poder material y económico que busca por sí mismo y a la inmensa mayoría adaptar su conducta perversa al mundo, por eso es la diferencia entre los pecados contra Dios y los pecados contra el prójimo.


La vida pública de Cristo Nuestro Señor fue llevar a su pueblo y al mundo su misión de misericordia y caridad, es su benevolencia y tolerancia con las faltas del pecador arrepentido, como también la de los que sufren o padecen necesidades del alma.

Podemos decir, el Señor anuncia la sentencia por la que hace justicia y condena mostrando al cristiano católico que su salvación está en su misericordia y caridad.

El Evangelista San Mateo lo refiriere en la Legislación del Señor determinada en el pasaje del juicio de las naciones cuando dijo; …"Y colocará las ovejas a su derecha, y los machos cabríos a su izquierda.

Entonces el rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

Porque tuve hambre, y me distéis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis; estaba enfermo, y me visitasteis; estaba preso, y vinisteis a verme.

Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? Y respondiendo el rey dirá: En verdad, os digo: en cuanto lo hicisteis a uno solo, a Mí lo hicisteis" … Ahora bien, así como el Señor ha Legislado para los justos de su derecha, Legisla la sentencia a los machos cabríos que están a su izquierda; …"Alejaos de Mí, malditos al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles" …Les recrimina con los mismos personajes que fueron para los justos premio eterno, a los de su izquierda los censura y acusa por no haber hecho lo que los justos hicieron; …"Entonces responderán ellos también: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te asistimos? Y Él responderá: En verdad, os digo: en cuanto habéis dejado de hacerlo a uno de estos, los más pequeños, también a Mí lo hicisteis"… Su sentencia induce a convencerse con sensatez a la claridad de su palabra que muestra los caminos al justo e injusto, al bienaventurado bueno y condenatoria para el malo, está distancia entre el premio y la sentencia es abismal aunque viéndose en el mundo uno al lado de otro la intención del corazón es totalmente opuesta.

Cristo Nuestro Señor obra con justicia por lo que el cristiano católico está obligado a desmenuzar la palabra de su Salvador, apreciar de su obra que recibe sin merecer para la salvación su misericordia, por ello la gracia obra en el justo la caridad que habrá de mantener, dado que perdiendo está virtud, pierde los bienes de las virtudes: fe y esperanza, por eso el soberbio maligno y el avaro recibirán la justicia del Señor en el diablo.
Para comprensión de la parábola: …"El hombre sin entrañas" ….

El Señor misericordioso y caritativo en ella da una luz de esperanza, advertencia y prevención al descubrir el velo de la incredulidad a entender la maldad de nuestras flaquezas, la avaricia de nuestra debilidad y la soberbia maligna que menosprecia el cristiano católico tema imitar la humildad de Cristo Nuestro Señor que no será razón a no impartir su doctrina de misericordia y caridad a todas las épocas del mundo.

La virtud es una disposición perseverante del alma que nos inculca a practicar el bien y a evitar el mal, porque la caridad es la virtud que excede los términos de la naturaleza, por la cual conocemos a Dios como ser infinitamente digno de ser amado y aceptado sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos, como se profundiza en la oración de la fe; …"Creo en Dios Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles e invisibles, y en nuestro Señor Jesucristo"… Nos manifiesta Jesús que la misericordia es la perfección propia de la esencia de Dios, como su omnipotencia, su amor, su sabiduría y muchas más perfecciones divinas en virtud del cual el Padre se compadece de los sufrimientos y flaquezas del ser humano de forma especial en el pecador arrepentido, de donde se desprende que el acto de caridad perfecta tiene por motivo la bondad misma de Dios, poseedora de tener razones espirituales y temporales que afectan a quien arrepentido recibe y vence el temor de las penas y hace suya la esperanza de la felicidad eterna.


De la parábola “Del hombre sin entrañas” consideraremos dos partes, de la primera conoceremos al deudor de diez mil talentos.

La deuda, una cantidad respetable, deber esa suma era tener riqueza para pagar eso y los intereses, no tenerla era como para no dormir. ¿De dónde obtenerla quien no tiene ese poder económico para resarcir la deuda? Adelantándonos a la enseñanza del divino Maestro, todas las almas tenemos un tiempo de vida, unos muchos años, otros pocos, cada quien de acuerdo a lo previsto por Dios tiene su tiempo de vida, pero como no se sabe sí los años a vivir sean cortos o largos, lo importante es poner atención y tener presente lo que Cristo Nuestro Señor sobre ello dice; …"Mas en cuanto el día y la hora, nadie sabe, ni los mismos ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

¡Mirad! ¡Velad! Porque no sabéis cuándo será el tiempo"… En el mundo se vive sin pensar que un día se morirá, pero como de la muerte se tiene la falsa idea de que solo es para las personas de la tercera edad, caen en craso error, hoy estamos mañana no estamos, por ello hoy que hay tiempo es oportunidad de modificar todas aquellas cosas que hicimos y que bien sabemos las hicimos con pleno conocimiento de saber lo que hacíamos, cada persona sabe el estado de su alma para con Dios, a no esperar un tiempo más, porque es posible esté no llegue y la deuda para con Dios su Creador sea mayor que la del infeliz deudor, que pudiendo haberse quedado con el perdón de la deuda, su soberbia maligna lo manipulo a no tener ni misericordia ni caridad.

Veámonos en él, la deuda que con Dios Nuestro Padre tenemos, y comprenderemos que es impagable, solo acercándose a Él a suplicar su benevolente perdón, porque cuando este se solicita es el arrepentimiento sincero.

Escuchemos a Jesucristo Nuestro Señor, que en pocas palabras nos ubica el principio de su Catedra; …"Por eso el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos"…
Ahora su enseñanza; …"Y cuando comenzó ajustarlas, le trajeron a uno que le era deudor de diez mil talentos.

Como no tenía con que pagar, mando el Señor que lo vendiesen a él, a su mujer y a sus hijos y todo cuanto tenía y se pagase la deuda.

Entonces arrojándose a sus pies el siervo, postrado, le decía: Ten paciencia conmigo, y te pagaré todo. Movido a compasión el amo de este siervo, le dejo ir y le perdono la deuda"…En verdad que la misericordia y caridad del divino amor, nos consuela y asombra su sobreabundancia.

Cualquiera diría, ¡Increíble, se le ha perdonado enorme deuda! ¿Cuántos hay en el mundo que atosigan, presiona, abusan y roban al deudor que por más apuraciones y tensiones no puede cumplir con su deuda, arrebatándole más de lo que es su obligación; …Decir que por favor espere, su insolvencia ante el acreedor sordo, puede más en el la arrogancia de tener el mango del sartén, exige: oye, pero Dios Nuestro Señor dispone el perdón, yo no te pido perdón, sino tiempo ... La respuesta es más humillación.


Continua el Señor; …"Al salir, este siervo encontró a uno de sus compañeros, que le debía cien denarios, y agarrándolo, lo sofocaba y decía: Paga lo que debes.

Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba y decía: Ten paciencia conmigo y te pagaré. Mas él no quiso, y lo echó a la cárcel, hasta que pagase la deuda"… ¿Qué ha pasado aquí? La suma perdonada contra simples cien denarios no es nada, ¿Porque esa nefasta actitud? Es la conducta humana sanguinaria e inmisericorde, inhumana y vengativa que se tiene con el prójimo en desgracia, es el simple silenció ante sus tribulaciones es el acto de despreció que olvida de tiempos pasado las ocasiones que vivió este mismo trance angustiante y fue perdonado de todo, hoy con el poder de cobro recuperar esa migaja impulsado por la soberbia maligna es porque una vez más surge el impulso de la crueldad.

Sobre ello dice San Juan Crisóstomo; …"Diciendo que el siervo, al salir se encontró con uno de sus compañeros significa la mala jugada al compañero no después de mucho tiempo, sino enseguida; y teniendo todavía ante los ojos al bienhechor, y en los oídos el sonido de su voz: argumento de ingrato olvido y mal corazón"…
Después de ver la conducta del ser humano que, por la ira de haber sido acusado de ladrón, es perdonado, mas no corresponde al perdón de su Rey, de perdonar a su compañero, viene ahora la justicia a obrar en él que prácticamente no quiso imitar el perdón en su prójimo como lo hizo con él su Rey.

Continua el Señor la parábola; …"Pero, al ver sus compañeros lo ocurrido, se contristaron sobre manera y fueron y contaron al amo todo lo que había sucedido.

Entonces le llamó su Señor y le dijo: Mal siervo, yo te perdone toda aquella deuda como me suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, puesto que yo me compadecí de ti?"…Conociendo el justo proceder del Rey contra el deudor, bueno es razonar la diferencia entre los pecados contra Dios y los pecados contra el prójimo, que tanta es la diferencia de los diez mil talentos a la de unos pocos denarios.

Pongamos nuestra a mente a meditar sobre nuestra inmensa deuda que tenemos con nuestro Creador.
…"Y encolerizado el Señor, lo entrego a los verdugos hasta que hubiese pagado toda su deuda.

Esto hará con vosotros mi Padre celestial si no perdonáis de corazón cada uno a su hermano"… Continúa San Juan Crisóstomo; …"Y el Señor, irritado, le entrego a los torturadores"... No, se dice simplemente; ..."El señor lo entregó"…Sino irritado lo entregó, lo que no ocurrió cuando mandó que fuese vendido él y la mujer, porque allí no hubo cólera, sino amor que incitaba a la enmienda.

Los verdugos son los demonios siempre dispuestos a coger almas perdidas y a atormentarlas en las penas de una condenación misteriosa e indecible"… ¿Cuál es la enseñanza de provecho para obrar en el amor a Dios y al prójimo? Para los que viven en pecado es muy difícil realizarlo, pero los que mantienen y conservan su alma en gracia, es perdonar de corazón a sus ofensores, porque el deseo del cristiano católico es mantener su misericordia y caridad.
hefelira@yahoo.com

 

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