Y ese no es el problema, el verdadero problema está en que las mujeres no saben pedir lo que quieren y esto no solamente afecta su placer, sino que también su confianza.
Y hablar sucio es eso: pedir lo que quieres de una manera sexy y original. Sólo tienes que tener confianza y descubrir a la niña mala que traes dentro.
Hablar sucio es la combinación de las palabras que vas a decir, cómo decirlas y el ambiente que han creado juntos. Usa tu voz de la misma forma en que te estás moviendo.
Sé suave con ella y míralo a los ojos sin reír a carcajadas. Si es más cómodo para ti, cierra los ojos y concéntrate en lo que sientes.
No necesitas decir algo muy extremo para sonar más sexy. Para empezar no está mal decirle exactamente lo que sientes, algo así como: "Me encanta cómo se siente tu lengua en mi piel".
Si es mucho para empezar, susúrrale al oído algo más ligero.
Si eres principiante, puedes iniciar con un libro erótico y leerlo en voz alta. Cuando te sientas cómoda, léeselo a tu pareja. Y ya cuando estés más en confianza, susúrrale en el oído cosas lindas para poco a poco subir el tono de tus palabras.
¿La simple idea de hablar sucio te da mucha vergüenza? Entonces practica en tu cuarto a solas al principio, así te irás acostumbrando a tu voz sexy y la irás mejorando.
Al principio te sentirás sonrojada todo el tiempo o te trabarás de los nervios pero ¡no te des por vencida!
No necesitas hablar como lo hacen en el porno, solamente di lo que sientes, lo que quieres y lo que necesitas que él haga. Si no te acomoda decir "vagina", no lo hagas.
Cuando practiques en tu habitación encontrarás las palabras adecuadas para expresarte.
Puedes empezar dando órdenes como: "Así", "Más rápido" o "No te detengas". Entre más lo hagas, con más poder te sentirás e irás agarrando más confianza para decirle lo que quieres y lo que sientes.