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Diana Bovio pasa del altar a la oficina en su nueva película

La actriz Diana Bovio, foto (Twitter)
Si en Hasta que la boda nos separe Diana Bovio era la chica que gustaba de las sirenas y deseaba casarse en el mar, ahora es una oficinista que vende cosas para ayudarse en el dinero.
sábado, 28 de julio de 2018
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Guanajuato, 28 de Julio, (EL UNIVERSAL).- Si en Hasta que la boda nos separe Diana Bovio era la chica que gustaba de las sirenas y deseaba casarse en el mar, ahora es una oficinista que vende cosas para ayudarse en el dinero.

La regiomontana forma parte del elenco Mirreyes vs Godínez, comedia que estrenará a fin de año en salas nacionales, donde comparte créditos, entre otros, con Regina Blandón, Pablo Lyle y Christian Vázquez.

“Es un personaje bien definido, que vende por catálogo, tiene sus topers en el escritorio y se pinta sus uñas todo el tiempo, está muy chistosa”, indica Bovio.

La comedia es algo que la llama desde hace tiempo.

Hasta que la boda nos separe fue vista por 2 millones de espectadores y eso la catapultó mediáticamente y a que productores de cine la buscaran para integrarse a sus repartos.

Incluso, en la calle la gente la detiene y le pide tomarse fotografías con ella para el recuerdo.

Así que por la solvencia acaba de participar en el piloto Los pecados de Bárbara, para Televisa, en la que por vez primera interpreta a una mamá, pero muy especial.

“Es la madre de una chica que tiene como 15 años, es una mamá inmadura mientras su hija es más sensata”, apunta.

Raúl Martínez es el director del proyecto, con Gala Montes (El Señor de los Cielos) en el reparto.

Atleta y participativa.

Bovio se encuentra en esta ciudad participando en el Rally Universitario, en el marco del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), donde se realiza un cortometraje en su totalidad, desde preparación hasta estreno, en tan sólo 48 horas.

Integra el equipo Liceo de Querétaro con la historia La última y nos vamos, un homenaje a la Época de Oro del Cine Mexicano, hecho en su totalidad en blanco y negro.

María, nombre de su personaje, es una joven enamoradiza que provoca el enfrentamiento entre dos hombres, como ocurre en varias historias filmadas entre los 40 y 50.

“Hacer algo en tan poco tiempo es lo que me llamó, seguramente terminaré rendida, pero vale la pena esas cosas”, destaca.

La actriz informa que de la secuela de Hasta que la boda nos separe no le han dado aún fechas, aunque sabe que se está escribiendo el guión.

En la cinta compartió créditos con Gustavo Egelhaaf y Claudette Maillé.

 

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