Viven damnificados en campamento
Al fondo del campamento, entre tiendas de dormir que les donó el Gobierno de la Ciudad de México, se ven trastos de aluminio, mochilas de los niños y un sillón en el que una mujer amamanta a un bebé recién nacido.
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A más de 10 meses del sismo del 19 de septiembre, en la colonia Roma permanece un campamento de indígenas damnificados.
sábado, 21 de julio de 2018
Por: Zedryk Raziel
Agencia ReformaPor: Zedryk Raziel
CIUDAD DE MÉXICO 21-Jul-2018 .-A más de 10 meses del sismo del 19 de septiembre, en la colonia Roma permanece un campamento de indígenas damnificados.
En el número 200 de la calle Chihuahua, la misma donde se ubican las oficinas de Andrés Manuel López Obrador, está un tenderete de lonas rasgadas y maderas hinchadas por la humedad.
Marisol Domínguez, integrante de una de las 11 familias otomíes de Querétaro que viven en el campamento, reconoce que se asentaron ahí desde hace una década de manera irregular.
Recuerda que en una ocasión un desconocido prendió fuego a las lonas del campamento, que los propios damnificados le pusieron el nombre otomí de "Jahdi M'ñhö Hüiji", que quiere decir "Hola, amigos".
Viuda y sostén de sus tres hijos, Marisol es artesana y diario sale a vender sus bordados sobre Paseo de la Reforma.
Reconoce que el pasado primero de julio votó por López Obrador y ahora confía en que los ayudará.
"Tan siquiera que venga a ver, que nos visite y que sepa cómo vivimos en este predio. Que venga y vea qué necesitamos", expresa.
En su campamento, detalla, llega muy poca agua potable y se deben asear 35 personas.
Dice que el drenaje también está quebrado y le preocupa la salud de los niños.
Afirma Marisol que nunca ha visto al dueño del predio y añade que tiene la esperanza de poder construir una vivienda ahí mismo.
Al fondo del campamento, entre tiendas de dormir que les donó el Gobierno de la Ciudad de México, se ven trastos de aluminio, mochilas de los niños y un sillón en el que una mujer amamanta a un bebé recién nacido.