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¿Están listos para eso? ¡Descubrámoslo!
¿Han hablado de lo que harán con el bebé además de lo lindo que será? Los pequeños son lindos pero también requieren muchísimos planes.
Cómo van a educarlo, qué valores le enseñarán, quién hará las tareas domésticas cuando te embaraces, a qué hora va a dormir.
Son muchas las cosas que deben platicar y también investigar.
¿Saben qué tipo de padres quieren ser? Deben llegar a un acuerdo del tipo de padres que quieren ser para sus hijos; ya sea el estricto que lo empuja a tener éxito o el buena onda que se relaja todo el tiempo.
Cada quien tiene un rol y ambos deben estar de acuerdo con el suyo.
¿Cómo terminan sus discusiones? Un bebé no hará que terminen de discutir, al contrario, abrirá una puerta con un sin fin de temas para enojarse.
Pero ese no es el problema, el problema es la forma en que resuelven sus conflictos. ¿Gritan todo el tiempo y rompen platos o platican con calma hasta llegar a un acuerdo? Recuerden, cuando llegue un bebé no podrán gritarse como antes.
¿Se ríen mucho? SI lo hacen, bien, porque cuando cambien pañales a las 3 de la mañana después de una hora de llanto, la risa será su único alivio.
¿Hay dinero? El número de cada pareja es diferente pero aún así deben estar preparados para cuando llegue el momento de gastar.
Tener un bebé es más costoso de lo que imaginan y siempre deben tener un colchón para mantenerse estables.
¿Ambos quieren tener un hijo? No tomas una decisión así de grande sólo porque se te antoja o sientas que ya es el momento. Ambos deben estar de acuerdo y tener las mismas ganas de ver crecer a su pequeño.
¿Están de acuerdo con cambios drásticos en su vida sexual? Desafortunadamente la cantidad de sexo debe disminuir después de tener un bebé.
Y no es porque no deban, sino porque ninguno de los dos tendrá el tiempo ni las ganas. Por más agradable que sea la idea de hacer bebés, después de haberlo logrado, no podrán seguir con la misma vida sexual.