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Cómo se produce el efecto rebote
El efecto rebote después de haber perdido peso se produce por diferentes “estrategias” que nuestro propio cuerpo genera para mantenernos vivos, ya que el cuerpo humano está genéticamente diseñado precisamente para sobrevivir.
Así, nuestro organismo para poder sobrevivir al recibir menos nutrientes y energía se pone a la defensiva intentando ahorrar y también almacenar la mayor energía que pueda.
Esta es la razón por la cual cuando vuelves a la dieta normal tu cuerpo comienza a acumular todos los nutrientes que puede y así tener las reservas suficientes para el futuro cuando nuevamente haya un período de carencia y por lo tanto engordas de forma acelerada.
Cómo evitar el efecto rebote
Por lo dicho, para intentar que tu cuerpo no comience con su mecanismo a modo de ahorro existen varias estrategias que puedes seguir.
Incrementar las proteínas en la dieta
Diferentes estudios científicos afirman que incrementar las proteínas en tu dieta evita el efecto rebote, ya que el cuerpo posee diferentes mecanismos de defensa contra la pérdida de peso, entre ellos ralentiza el metabolismo o incrementa el apetito.
Una dieta rica en proteínas no quiere decir que solo debes comer proteínas, sino que debes incrementar el volumen diario de las mismas y tomar también otros alimentos de todos los grupos nutricionales.
No seguir dietas drásticas o “milagro”
Una dieta muy estricta o desequilibrada lleva a tu organismo a un estado de consumo mínimo de nutrientes, ralentización del metabolismo y como contrapartida para compensar estos déficits se comenzará a degradar la masa muscular.
La recomendación es que realices una dieta baja en calorías, pero balanceada y de ser posible personalizada, además de hacer actividad física como correr o caminar a buen ritmo, la forma más sencilla y saludable de bajar de peso y no volver a ganar los kilos perdidos.
Por último, recuerda también que para evitar el efecto rebote lo fundamental es que no veas la dieta o plan nutricional y el ejercicio físico para adelgazar como algo que terminará cuando llegues a tu peso normal.
Recuerda adopta los buenos hábitos alimenticios y de actividad física a largo plazo y estarás en forma siempre.