Reeva Steenkamp, la modelo que murió en manos de Oscar Pistorius

(EL UNIVERSAL).- Reeva Steenkamp pasó sus últimas semanas emocionada por la llegada del 14 de febrero al lado de su hombre ideal, Oscar Pistorius, el atleta que había conquistado la pista olímpica.

Ella tenía 29 años y se estaba convirtiendo en uno de los rostros más conocidos de las pasarelas y revistas de deportes. La madrugada del Día de San Valentín, su príncipe azul la asesinó.

Reeva Rebecca Steenkamp nació el 19 de agosto de 1983, creció en Ciudad del Cabo hasta que se mudó con sus padres a Puerto Elizabeth, Sudáfrica, donde comenzó una carrera en derecho en la Universidad Porth Elizabeth.

Al terminar sus estudios comenzó a trabajar en un despacho como la asistente de un abogado, pero su belleza la llevó a las pasarelas. Apenas estaba dando sus primeros pasos, pero al aparecer en FMH las entrevistas de trabajo le llovían, sus amigos cercanos sabían que era muy inteligente y con personalidad.

Fue presentadora de Fashion TV en Sudáfrica, se convirtió en el rostro de la cosmetiquera Avon, su fama iba en aumento, estaba por aparecer en un reallity show ese mismo fin de semana, Tropika Island of Treasure, en el que fans y famosos hacen un viaje exótico donde compiten por ganar dinero.

Todo parecía marchar bien.

En Twitter, Reeva solía poner mensajes donde agradecía por estar viva, pues conocía el riesgo de vivir en un país donde los niveles de robo a casas son altísimos, la violencia es el pan de cada día y la división racial puede ser el peor enemigo de cualquier ciudadano.

Reeva viajaba constantemente a Cape Town y Johannesburgo, donde realizaba campañas para Toyota y la marca ZUI, estaba en el momento cumbre de su carrera cuando conoció a Oscar Pistorius.

La relación comenzó como un rumor en los Premios Deportivos de Sudáfrica, pero en un inicio se negó que fueran pareja hasta que la evidencia los comprometió y parecían muy enamorados, ella lo describía como un hombre impecable con los mejores deseos en el corazón, esto de acuerdo con Vanitatis.

La noche del 13 de febrero de 2013, Reeva avisó a su amiga con la que vivía que se quedaría en casa de Oscar, pues ya era tarde para manejar, se fueron a dormir, en la madrugada, Pistorius se levantó para acercar unos ventiladores a su habitación, colocó uno junto al balcón y cerró las cortinas, pero escuchó ruidos que le hicieron pensar que había un intruso en la casa.

Cogió un arma y sin pensar en dónde estaba Reeva, caminó en sus muñones por el pasillo de su casa, mientras le gritaba a su novia que llamara a la policía.

Escuchó un ruido en el baño y al abrir la puerta disparó en cuatro ocasiones, hasta que se dio cuenta que era su novia a quien había herido.

Esa es la versión de Oscar, pero la de la fiscalía es muy diferente, sostienen que Reeva se refugió en el baño de una discusión que tenía la pareja, versión que se apoya en las declaraciones de los testigos que afirman que escucharon gritos de ayuda y terror de la mujer justo antes de los disparos.

Antes de esa noche, la pareja parecía ser muy feliz, constantemente eran captados besándose, acudían a las alfombras rojas y todo parecía estar bien, aunque algo llamó la atención de los fiscales, los mensajes que se habían mandado; en algunos se podía leer tensión, Reeva era constantemente juzgada por los celos del atleta, ella escribía que él la consideraba una “puta” que siempre estaba flirteando con otros hombres.

Pistorius la acusaba de serle infiel, aunque ella parecía insistir en que eso no era verdad, le dijo que él le causaba miedo: “Yo soy la chica que está enamorada de ti, pero también la chica a la que dejas de lado cuando no estás de humor, a la que criticas su acento, su tono de voz”.

“A veces me asustas por cómo me contestas y cómo me tratas”, así lo señala ABC.

El resto de los mensajes parecían ser los que cualquier pareja se manda, pero los de odio cavaron la tumba de Pistorius.

Oscar purga una pena de 6 años de cárcel a los que fue sentenciado en 2016, a pesar de que en el primer veredicto no había sido encontrado culpable, y en una apelación fue puesto en libertad y en nuevo juicio fue condenado a 6 años en prisión.

La celebración del 14 de febrero de 2013 nunca llegó, la fecha se convirtió en el último día de Reeva Steenkamp.