El puertorriqueño Oscar López cumple las condiciones para salir antes de la cárcel, dice su hija

San Juan, 18 ene (EFE).- El puertorriqueño Oscar López Rivera, quien recibió el martes el perdón del presidente estadounidense, Barack Obama, cuenta con varias condiciones que le exigió EE.UU.

para salir de la cárcel antes de la fecha de indulto, 17 de mayo, dijo hoy la hija del independentista, Clarisa López Ramos.
Las condiciones por las cuales López Rivera, de 74 años, pueda ser liberado de una prisión en el estado de Indiana tras pasar 35 años, son porque ya cuenta con una dirección residencial y puesto de trabajo, según adelantó López Ramos en una rueda de prensa.
López Ramos sostuvo que su padre viviría con ella en su residencia en la capital puertorriqueña y que trabajaría como gestor comunitario en el Municipio de San Juan, bajo la Administración de la alcaldesa Carmen Yulín Cruz Soto, una de las promotoras por la excarcelación de López Rivera.
"Viene a trabajar con el municipio de San Juan.

Esa es información que se le suministró a las autoridades pertinentes. Va a trabajar en un área en la que él tiene experiencia y eso es con las comunidades", dijo por su parte Yulin, quien estuvo en la rueda de prensa con la hija de López.
Yulin aseguró que López ya ha dicho que quiere trabajar en cuanto pise la isla, y que lo hará como "líder comunitario dando empoderamiento a las comunidades".
En este sentido, la alcaldesa explicó que dichos lideres comunitarios se dedican a ayudar organizar las comunidades para decidir lo que quieren hacer.
"Es un gran día para la justicia y la dignidad puertorriqueña", afirmó la alcaldesa, quien también indicó que López es "una persona que lee mucho, muy instruida.

Él nunca ha tenido un celular en su mano ni un CD, pero te puede hablar al detalle de la reforma laboral que se lleva a cabo", agregó.
A su vez, insistió en que López es un "hombre de paz" y que cuando llegue a Puerto Rico visitará los 78 pueblos de la isla para dar gracias a los puertorriqueños por su liberación y a quienes considera los artífices del perdón que se le concedió ayer.
El independentista puertorriqueño, de 74 años, fue condenado en 1981 a 55 años de cárcel por conspiración sediciosa para derrocar al Gobierno de EE.UU.

en la isla, y en 1988 fue sentenciado a otros 15 años de prisión por un intento de fuga.