Por más de 15 horas, padres de familia de los alumnos del Jardín de Niños Javier Hernández, se mantuvieron a las afueras del plantel denunciando el presunto abuso sexual que sufrió un menor de edad.

/REFORMA

Estado de México, México (02 diciembre 2016).- Por más de 15 horas, padres de familia de los alumnos del Jardín de Niños Javier Hernández, se mantuvieron a las afueras del plantel denunciando el presunto abuso sexual que sufrió un menor de edad.

Los familiares y amigos del alumno afectado se presentaron a la escuela desde las 8:30 horas del jueves para denunciar a uno de los maestros.

La madre del pequeño, al igual que la gente que la acompañaba, acusó y exigió que el presunto responsable fuera detenido.

Ante la nula respuesta de la directora y de los demás docentes, un grupo de más de 50 personas permaneció frente al plantel, ubicado sobre la Avenida Cultura Tolteca casi esquina con Cultura Griega.

Algunos de los inconformes arremetieron contra la camioneta del profesor acusado, rompiéndole cristales y realizando pintas.

Conforme pasaron las horas, autoridades del gobierno municipal, del DIF local y hasta del gobierno estatal llegaron para dialogar con la parte afectada.

De acuerdo con la autoridades, el imputado, de quien no se reveló su identidad, fue trasladado a instalaciones de la procuraduría estatal en Barrientos aproximadamente a las 18:00 horas del jueves, en donde se inició la carpeta de investigación.

A pesar de eso, los inconformes también exigían que la directora y una maestra fueran detenidas al haber encubierto al profesor.

Policías municipales resguardaron el lugar, en tanto se realizaba el diálogo entre las autoridades y los padres de familia.

Las docentes fueron retenidas hasta las 2:00 horas del miércoles y después de llegar a un acuerdo les permitieron salir para que fueran trasladadas ante las autoridades correspondientes y se continuara con la investigación.

Antes de que se retiraran y de que abordaran las patrullas, las mujeres fueron agredidas, a pesar de que los policías habían colocado un cerco de seguridad.

Ante la retirada de las autoridades, un grupo molesto de jóvenes arremetió contra un auto estacionado hasta destrozarlo, a pesar de la solicitud de la gente para que se detuvieran, debido a que presuntamente era propiedad de la directora.