Nacional  /  Sociedad
0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
Libro objeto, otra forma de contar historias

Cuando leemos un libro las palabras vuelan por la imaginación. Sus historias envuelven al lector, lo llevan a los mundos ficticios que crea un autor omnipotente o conversador
jueves, 29 de septiembre de 2016
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font
CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 29 (EL UNIVERSAL).- Cuando leemos un libro las palabras vuelan por la imaginación. Sus historias envuelven al lector, lo llevan a los mundos ficticios que crea un autor omnipotente o conversador.

El libro como objeto para depositar los sueños, las ideas, las ilusiones.
Sin embargo no todos los libros son iguales. Así como están los que carecen de ilustraciones, otros exploran diferentes herramientas como el sonido, las viñetas, la tecnología multimedia y, principalmente aquellos destinados para los niños, los que cuentan con figuras desplegables que recrean escenas narradas en la historia.

Cómo olvidar aquellos libros donde el lobo feroz derrumbaba las casas de los cochinitos.
Una de las iniciativas que ha ganado fuerza en los últimos años son los libros objeto, piezas peculiares que, sin ser meramente un libro, cuentan una historia a partir de la escenificación de un momento, de la emisión de una expresión.
Y aunque en su génesis los libros electrónicos movieron el terreno, concepto y mercado de lo impreso, estos últimos han buscado la forma de reinventarse.

Una forma de recomprensión de sí mismos es el libro objeto, los cuales muchas veces no necesitan de palabras o de ser abiertos para contar una historia.
Muestra de ello es el trabajo de Jodi Harvey-Brown, quien a través de su tienda en internet (WetCanvasArt) ofrece una nueva forma de leer libros como “Orgullo y prejuicio”, de Jane Austen, e incluso “Eragon”, de Christopher Paolini.
La creación de estas obras cuenta con la intervención de artistas, quienes dan un giro a la forma de contar historias, como en la imagen superior, que invita a la reconstrucción de las palabras.
En la creación de estas figuras sólo hay un límite: la imaginación y el qué tanto se quiera decir en torno algún tema.

No debe ser necesariamente literario, sino puede ser cualquiera que sea del interés del autor, incluso la reproducción de paisajes y espacios como cuevas y flores.
Aunque no son de tan fácil acceso (y tienen alto costo), estas iniciativas se suman a las opciones para emprender el vuelo con una historia.

El Universal

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion