En la opinión
Pbro Miqueas Cantú Garza
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La instrucción permanente del padre de familia y dirección sabia de una madre, son factores que constituyen la honra de los hijos.
Instilar valores espirituales, éticos y morales forman hombres y mujeres sabios que alegran con sus actitudes y conducta el corazón de sus progenitores y engrandecen la ciudad como buenos ciudadanos.
Escuchar la instrucción implica obediencia continua; en donde los padres son modelo y ejemplo a seguir. Los límites que los padres ponen a los hijos son muestra del amor, atención y comunicación que protegen sus corazones y aseguran el éxito en sus vidas; postergar, omitir e ignorar la corrección es empujar con violencia al fracaso y muerte de una vida que posee destino y propósito divino.
Dios entregó en las manos de los padres a los hijos y los compara como saetas en manos del valiente. Por tanto Padres, no exasperéis a tus hijos, para que no se desalienten y se vayan por caminos de frustración y fracasos.
La instrucción y dirección es determinantes para alcanzar propósito en la vida. Piet Joubert, Militar y político sudafricano dijo: “El que tiene imaginación sin instrucción tiene alas sin pies”.
El juez de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, el honorable Oliver Wendell Holmes, estuvo viajando en un tren cuando el conductor pasó recogiendo los boletos.
Holmes no pudo encontrar su boleto y empezó a sentirse bastante desconcertado. El conductor trató de consolarle diciendo, “No se preocupe Señor Holmes.
Cuando encuentre su boleto, nos lo puede enviar por correo. Confiamos en usted”.
El juez continuó con su misma frustración respondiendo, “Mi querido hombre, ese no es mi problema.
Necesito mi boleto para saber a dónde voy”.
La instrucción y dirección de padres sabios y temerosos de Dios siempre serán guía segura para los hijos.
Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.
La vida y la muerte están delante de ti; escoger la vida para que vivas.
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