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• Estás lista para el compromiso: La mejor razón que tienes para casarte es que te sientes lista para tal compromiso (y también tu pareja).
Es cuando sabes que puedes darle tu corazón a alguien más y sabes completamente que haría hasta lo imposible para no destrozarlo. A partir de este momento, estás lista para ver por ti y por alguien más.
Tal vez no en proporciones iguales (porque tu felicidad es lo más importante), pero al menos no quieres ser egoísta.
• Quieres gritarle al mundo tu amor: Estás en ese momento en que no te da vergüenza ser la última en casarte, o que hayas elegido a un hombre moreno o más grande que tú.
Sabes lo que tienes, y no hay duda de que lo quieres proteger a toda costa. Ya dejaste de pensar en los pequeños detalles, es hora de algo grande y magnífico para celebrar tu amor.
• Has encontrado a tu alma gemela: Quizá el concepto del alma gemela no exista, pero entonces ¿qué es lo que tú has encontrado? Esa persona parece entenderte por completo, te ama sin excusas ni chantajes, y simplemente te hace una mejor persona cada día.
Tienes una conexión con él… y tal vez no puedes verla, pero ahí está y quieres conservarla.
• Ves un futuro con él: Desde el momento en que empezaste a fantasear con tu novio sobre una casa y un futuro juntos, supiste que esas fantasías te hacían feliz y te daban energía para luchar por lo que tienen.
Y es maravilloso vislumbrar un futuro, pero si éste no te asusta, al contrario, te hace feliz, ¿qué esperas? ¡Ver por él!
• Se siente bien: Él no es lo que querías en lo absoluto, pero por alguna extraña razón, te sientes bien a su lado.
No hay razón de ser, no hay explicación científica, pero tu cuerpo lo sabe, tú lo sabes y se entienden por completo.
A veces debes seguir a tu corazón… aunque no deberías dejar de lado tu lógica.