Ma. Teresa Medina Marroquín

Orbe

Vendiendo paraísos perdidos

En aquel lejano 1 de septiembre de 1982 el entonces presidente José López Portillo rendía su Sexto Informe de Gobierno, agobiado por una crisis que lo llevó a nacionalizar la Banca.

Se extinguía un sexenio y la promesa de “acostumbrarnos a administrar la abundancia petrolera” (escriturada por el diablo), jamás llegó.

Tiempos donde el centralismo jugaba un papel exagerado, revertido al extremo, y a las contras, por Miguel de la Madrid, inaugurando la era de las privatizaciones y el neoliberalismo salvaje.

Un desequilibrio cuyas radicalidades y choques entre viejos políticos y jóvenes economistas aún mantiene al país sumido en la pobreza.

Una amenaza de la que ya nos había advertido el gran Ramón López Velarde en La Suave Patria.

Pese a ello, el informe del triste y célebre propietario de la Colina del Perro exhortaba no tropezar con la misma piedra.

Enseñando que cada época de México es un proceso permanente y perfectible entre pueblo y gobierno, exigiendo a los políticos a dejar de vender paraísos perdidos.

Una práctica que hoy sigue vigente.

Los candidatos sin proyecto continúan recurriendo a ella sin medir las consecuencias de sus promesas frente a un electorado que sabe dos cosas:
Que no cumplirán y que el cielo no existe en la Tierra.

El que no conoce su historia está condenado a repetirla y a seguir mintiendo desfachatadamente, consciente de que la nación atraviesa por uno de los peores momentos de su historia.

En ese tráfago de promesas increíbles y disputas por el voto nadie afirma tampoco que estos tiempos sean precisamente los peores, sin por ello expresar que no se requiera de un cambio que ya está en los ánimos de la ciudadanía.

¿La inminente Primavera Mexicana?
Pero, ¿qué clase de cambio es ése? ¿En qué consiste? ¿Quién y cómo lo hará? ¿Quitar a unos y poner a otros? ¿Sería esa la solución de los problemas?
Bajo esas condiciones valdría más hacer caso a la vieja sabiduría popular de que más vale viejo por conocido que nuevo por conocer.

Nunca falla.
Si la docena trágica de Vicente Fox y Felipe Calderón no sirvió de escarmiento, ¿a quiénes vitalizaremos en las urnas? ¿O quiénes son esos “mesías” que súbitamente han llegado con grandes “novedades morales” y “capacidades portentosas”?
Bien decía Miguel de Cervantes Saavedra, padre de las letras castellanas: “Tú lector, pues eres prudente, juzga lo que te pareciere”.

Soluciones son las que México y Tamaulipas necesitan. ¿Cuántas veces habrá que repetirlo? Baltazar Hinojosa Ochoa y Héctor Garza González encabezan esa prioridad.

¿Y el resto qué hará hoy en el debate?
Antier en Reynosa el líder del PRI en la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz, pintó su raya frente a esos mercaderes bélicos: “La guerra sucia se la dejamos a los políticos sucios, allá que se queden y puedan sumirse en ella.

Nosotros como ya lo hizo Balta hemos huido de esas cuestiones, siempre vamos a proponer.”
Respaldados por veintidós diputados federales del PRI, PVEM y PANAL, los candidatos Baltazar Hinojosa Ochoa y Ernesto Robinson Terán agradecieron su presencia en Reynosa, la ciudad más poblada de Tamaulipas.

Roto el mito de las promesas fáciles y altisonantes de la oposición, Camacho Quiroz se pronunció a favor de una narrativa creíble de futuro, afirmando que Tamaulipas tendrá con Baltazar seis años de sensibilidad pero también de arrojo.

LO QUE MÁS LE DUELE A LA GENTE

También en Victoria el candidato tricolor Óscar Almaraz continúa su proselitismo ascendente (casa por casa), fortaleciendo sus propuestas a través de una gran diversidad de peticiones que le permiten tener una clara visión del trabajo que falta desarrollar en la ciudad, incluyendo el cuidado del medio ambiente, la pavimentación, el mejoramiento de los servicios públicos y el impulso a la seguridad, la educación y el empleo.

En sus visitas a las colonias Revolución Verde, Escandón, Industrial y San Luisito, Almaraz compartió con la gente su experiencia en la Dirección de Servicios Públicos de la que fue titular, reconociendo que la inseguridad es de uno de los temas de los que más se duele una población que ahora pide tener un trato muy cercano con su próximo alcalde, no sólo para que los escuche, sino para que los atienda. Un verdadero círculo virtuoso.

¡Feliz miércoles!

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