Héctor Miguel Chávez

Noticiero...

H. MATAMOROS, Tam.- Durante las campañas políticas recientes los candidatos a diputados federales recibieron peticiones de cientos de personas que requerían de solución a sus problemas.
Ante todo les solicitaban que actuaran como gestores para pavimentar calles, conseguir becas, obtener despensas, que les dieran ayuda para atender los enfermos, apoyo para trámites ante el Seguro Social, ayuda para inscribirse en el Seguro Popular, reducción de tarifas eléctricas, reparación de escuelas, reparación de techos en las casas y pisos, mejora de los servicios públicos, etc., etc.
Los candidatos y candidatas recibían las peticiones como Santa Claus acepta cartas de los ilusionados niños, y a todos invariablemente les decían: “no se preocupe, vamos atender ese asunto.

Su caso será atendido”.
Esto ocurrió en Mayo pasado. Se hicieron las elecciones, unos perdieron y otros ganaron. Y los ganadores en todo el estado anunciaron la apertura de Oficinas de Gestoría para darle respuestas a la gente.
Sin embargo, los diputados federales fueron electos hace casi cuatro meses, tomaron posesión en septiembre y ya no se les ha vuelto a ver por sus distritos.

Lo cual es comprensible porque están apenas ambientándose en la Cámara de Diputados.
En sus oficinas de Gestoría no hay quien resuelva nada, ni quien de información a los electores sobre las peticiones concretas que hicieron.
No saben si se está gestionando o no, porque aquel gran interés que hubo en la campaña se ha convertido en silencio, cuando no en indiferencia.
Esperan que tan luego como ya se organicen bien los diputados para ejercer su cargo, entonces puedan ir a sus distritos a rendir cuentas de las gestiones.
Los electores hablaron muy claro con los candidatos durante la campaña.

Les advirtieron que no fueran a mentirles, ni que les hiciera promesas que no iban a cumplir y sobre todo, que regresaran a rendir cuentas porque todos los anteriores han ganado, se han ido y ya no los vuelven a ver ni en fotografía.

¡Ah!, pero eso sí, reaparecen cuando se aproxima otra campaña en busca del voto y prometiendo lo mismo.
La experiencia de los electores es la decepción, sexenio tras sexenio, trienio tras trienio, por eso hay cada vez menos participación y el abstencionismo crece.
Pero tienen ahora una esperanza con los candidatos independientes o sin partido y no saben cómo puedan responder, pero por lo menos es una figura nueva.
Claro que los políticos ya muy quemados en otros partidos no van a engañar fácilmente al elector.
La gente está harta de mentiras, de falsas promesas y de que nunca rindan cuentas.

El hartazgo es el que ha crecido, ahora depende de los diputados de esta última elección empezar a cambiar la imagen que tienen los ciudadanos de los partidos y los políticos.
EL DISCURSO DEL BRONCO
El discurso pronunciado por el Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, “El Bronco”, sigue siendo objeto de análisis y discusiones a favor y en contra en los diversos programas de televisión y en las páginas editoriales de los periódicos.
Hay coincidencias de que El Bronco será estrechamente vigilado por los ciudadanos a los que les prometió tanto y por los oponentes que fueron desplazados del poder.
Coinciden también en que se ha impuesto metas muy altas, difíciles de cumplir, especialmente por la falta de recursos y por los obstáculos que le puedan poner otros partidos.
Tiene la opción de buscar culpables, como lo hizo ya con la tenencia de vehículos, que por lo pronto no la va a quitar porque el Estado está en quiebra y ese es un punto que los enemigos han empezado a explotar.
La intención de El Bronco es muy buena, se ha ganado la confianza de la ciudadanía, y ha sido inspiración para que en todo el país se animen los políticos a lanzarse a campañas al margen de los partidos.
Tiene toda la voluntad de hacerlo bien porque de su éxito depende que la gente tenga confianza en los independientes.

Está consciente que tiene una gran responsabilidad y eso lo obliga a cumplir cabalmente con sus promesas de campaña y sus anuncios en su discurso de toma de posesión.


HECTOR MIGUEL CHAVEZ
hectormiguelchavez @gmail.com