Ma. Teresa Medina Marroquín

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¿Pa’qué tanto brinco…?

viernes, 28 de agosto de 2015
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Los aspirantes a la gubernatura de Tamaulipas, principalmente los del PRI e incluyendo desde luego a los del PAN (hasta el momento uno visible), son distributivamente personajes representativos de las distintas regiones de la entidad.
Claro que como ya lo sabemos todos, los rumores exagerados, y las historias, versiones y opiniones que a diario solemos encontrarnos en los medios son tan prolíficas que generan “suspirantes”, “independientes” y “broncos” como los peces y los panes.
Desde la capital del Estado continúa fuerte en la cartelera de la sucesión el alcalde Alejandro Etienne Llano, abogado y político precedido de respetable trayectoria y afecto a proyectos sólidos sustentados en la realidad y los acuerdos serenos.
(Las sociedades modernas ya no pueden darse el lujo de seguir a “líderes” mesiánicos, insensatos, demagógicos y populistas, muchas veces cargados de resentimientos, de los cuales la historia revela los sufrimientos que acarrearon a sus pueblos.)
Enrique Cárdenas del Avellano sería otro político de peso completo, capaz de afrontar los retos que durante cinco años ha enfrentado al más alto nivel el ingeniero Egidio Torre Cantú.
Cárdenas del Avellano se caracteriza también por su trayectoria, franqueza y poder de convocatoria, heredero del “knockout” de don Enrique Cárdenas González, Gobernador de Tamaulipas de 1975 a 1981.
La esquina noreste del Estado, gobernada a gritos y sombrerazos por Leticia Salazar Vázquez, presenta, igual que Victoria, a dos exponentes que lo mismo se han toreado en el plano nacional.
Uno es Marco Antonio Bernal Gutiérrez, amigo de Manlio Fabio Beltrones y del propio presidente Enrique Peña Nieto; en tanto que el otro (desprendido de su inicial impulsor Tomás Yarrington) es el nuevo diputado federal Baltazar Hinojosa Ochoa, que de acuerdo a las evidencias (que no se juzgan) no tendría aparentemente las mismas probabilidades de su paisano; pero esto apenas empieza y se acaba hasta que se acaba.
En El Mante sobresale el ex jefe de Giras de Los Pinos y por tercera ocasión diputado federal Alejandro Guevara Cobos, ubicado en la jugada y sin el fehaciente desgaste que le impida ser considerado a la hora de las grandes decisiones.
Río Bravo con Edgar Melhem Salinas, ¿acaso con su designación de coordinador de los diputados federales de Tamaulipas obtuvo ya una señal definitiva?
De Tampico, Madero y Altamira aparece Mercedes del Carmen Guillén Vicente, y con ella el equilibrio de la equidad de género apoyada por la exigencia y convicción del vasto contingente femenino, y cuyo espacio en posiciones de poder, vacío por largo tiempo por el prejuicio machista, está bien representado.
Por Nuevo Laredo, Ramiro Ramos Salinas, una estrella con luz y energía propia que habiendo escalado de Subsecretario de Transporte, hasta líder del PRI estatal y luego a la Presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso, daría una buena batalla.
¿QUIÉN?
Dando casi por hecho que la oposición, PAN y el resto, presentará a Carlos Canturosas Villarreal como su abanderado a la silla más importante de la entidad, la pregunta obligada sería:
¿De todos estos priistas quién será el bueno a suceder a Egidio Torre Cantú, capaz de darle énfasis y continuidad a un sexenio que ha demostrado demasiado trabajo y voluntad política de generar un verdadero cambio a favor de los tamaulipecos?
No son pocos los que consideran que la decisión vendrá desde la Ciudad de México, por la longeva cultura centralista del PRI al ocupar Los Pinos.
Sin embargo, a otros nos parece que la decisión tendría que ser consensuada entre el DF y Ciudad Victoria, simplemente porque en estos momentos no hay cabida para presiones soterradas de un lado como de otro, ni de meter las manos en favor de alguien dentro de un proceso tan delicado, sobre todo cuando también serán electos 43 alcaldes y 22 diputados locales.
Y además porque, pese a las naturales diferencias o ambiciones, pesa mucho la voz de quien gobierna el estado por ser el personaje mejor informado, sin que se soslayen las encuestas y sus efectos virales.
Así el caso amerita complicadas fórmulas políticas, ajenas a un orden descendente, sin primeros, medios, últimos, comparsas o secretos.

Y aunque los termómetros se elevan más de 40 grados centígrados, falta tiempo para que todo llegue al punto más álgido, así parezca que las estaciones del año ni se vean ni se sientan pasar.

¿Pa’que entonces tanto brinco, estando el suelo tan parejo?
¡Feliz fin de semana!
tessieprimera@hotmail.com
columnaorbe.wordpress.com

 

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