Lluvias provocan un incremento en el número de refugiados en el albergue municipal

NUEVO LAREDO, Tam.- Doña María Elena Herrera de 87 años encontró refugio en el albergue de Madero y Juárez, donde se protege de las constantes lluvias, debido a que no tiene un lugar donde vivir.

Así como María Elena cerca de 56 personas en situación de calle, entre migrantes, indigentes y deportados, son atendidas en este refugio donde se les ofrece un espacio para descansar y asearse.

La constante lluvia sobre Nuevo Laredo ha hecho que este refugio incremente el número de huéspedes, pues con el clima templado, este albergue se mantiene con una afluencia menor a las 25 personas.

"En el albergue todos me tratan muy bien, me tratan como si fuera su mamá, ya tengo mucho tiempo en este lugar, no tengo familiares, ni padre, ni madre, ni hermanos, ya que una señora me adoptó, porque de recién nacida me abandonaron en un bote de basura, afortunadamente he vivido feliz y ahora que estoy aquí, todos son muy buenos conmigo y la atención que me brinda ha sido muy buena", aseguró la ancianita.

A este refugio acuden las personas más vulnerables que carecen de un techo o bien que sus condiciones en donde viven son de riesgo, a fin de salvaguardar la vida del cambio de clima.

En esta temporada de lluvia, el albergue les brinda desayuno, comida y cena, además de un lugar para pasar la noche a hombres, mujeres y adultos mayores que por diversas circunstancias no cuentan con un espacio adecuado para protegerse de las inclemencias del tiempo.

El objetivo principal de este refugio con capacidad para alrededor de cien personas, es brindar servicios de alimentación y cobijo durante todo el año en un espacio digno, cómodo y seguro.

Además de brindarles estos servicios si requieren algún medicamento al momento de ingresar también se les proporciona.

Se pronostica que las lluvias se seguirán presentando en la frontera, por lo que el albergue siempre estará abierto para recibir a las personas necesiten un techo donde pernoctar.