Bátiz y Santana se reencuentran en Veracruz

MÉXICO, .D.F, enero 30 (EL UNIVERSAL).- Son, con seguridad, los dos mejores guitarristas que ha dado el rock mexicano en sus 60 años de existencia y dos de los músicos e intérpretes más importantes de la música popular en México.

Son también maestro y alumno y se reencontrarán en Cumbre Tajín.
Javier Bátiz y Carlos Santana cerrarán la edición 2015 y su sola presencia (aún se desconoce si compartirán el escenario) hace del festival un obligado para los amantes del rock.

La historia de ambos músicos es la de buena parte del rock mexicano; una historia que comenzó a escribirse en donde inicia la Patria, en Tijuana, ciudad en donde Bátiz forjó su leyenda y Carlos dio los primeros pasos para construir la suya.

Javier Bátiz ya era conocido en la escena musical de la frontera. Su grupo, llamado Los TJ's, había adoptado el más clásico estilo del rock and roll con amplias influencias del blues y Javier había desarrollado una guitarra virtuosa, indómita, única, muy lejos del rock and roll light que dominaba en el centro del país.

Por su parte, Carlos, quien llegaba de Autlán de Navarro, Jalisco, había decidido cambiar el instrumento aprendido de su padre, el violín, para probar suerte en la guitarra, hasta que un día, según recuerda el propio Carlos, su vida cambió al escuchar a Javier Bátiz:
"Cuando vi a Javier, la música me pegó tan fuerte que dije yo, Dios mío, la guitarra eléctrica, como la toca Javier, me abrió la puerta a otro mundo", declaró Carlos Santana en una entrevista televisiva.

Bátiz recuerda que fueron alrededor de cinco años los que Santana permaneció bajo su tutela: "Un lunes como a las 6 pm su mamá lo llevó y me pidió 'Señor, enseñé usted a tocar a mi hijo'," recuerda el tijuanense.

Lo que sucedió después es la historia que se sigue escribiendo. Bátiz desarrolló una carrera alternativa con base en Tijuana y California en Estados Unidos; músicos fundamentales del rock mexicano como Fito de la Parra y Alex Lora reconocen la influencia del “Maestro”.

Santana viajó a San Francisco y a partir de ahí construyó una carrera de impacto mundial combinando el sonido aprendido en Tijuana con ritmos afrocaribeños.

El próximo 23 de marzo ambos compartirán escenario, y aunque no se revelaron detalles, el público esperará que maestro y alumno saquen, medio siglo después, sus mejores notas a la guitarra eléctrica.