Puebla, semifinalista de la Copa MX

GUADALAJARA, Jal., octubre 22 (EL UNIVERSAL).-

El arquero Alfredo Frausto se ha puesto el traje de héroe. Ideal para la ocasión. En la muerte súbita de la tanda de penales, pide el esférico.

Lo coloca en el manchón. Vence a Federico Vilar. Después, le toca turno en la línea de fusilamiento. El arquero aguanta el disparo de Sergio Amaury Ponce y ahí, prácticamente parado, tapa el balón, para decretar el 4-3 del Puebla sobre Atlas.
Ha tenido que definirse el pase a las Semifinales de la Copa MX en tanda de penaltis luego de un aburrido 0-0 a lo largo de los 90 minutos reglamentarios.

Así, los Zorros se despiden del torneo, mientras que los Camoteros se enfrentarán a Lobos BUAP en la siguiente etapa.
La experiencia de anteriores ediciones afirma, como si fuera una ley no escrita, que el mejor futbol de la Copa MX aparece en la segunda fase, cuando los partidos son de eliminatoria directa.

Matar o morir. Pero el primer tiempo del Atlas-Puebla, este miércoles en el Estadio Jalisco, confirma que toda regla tiene una excepción.
Son 45 minutos tensos, pesados, cansados.

De pobre espectáculo. Con dos equipos más preocupados por no perder, que por buscar la victoria. Trabados en un juego insípido de medio campo, donde poco se construye y mucho se destruye.

Un encuentro digno de la primera ronda, pero en una instancia definitiva, donde el perdedor se va a casa.
Atlas presenta a una cantidad importante de titulares, a diferencia de la ronda anterior, donde habitualmente utilizaba un cuadro alterno.

Tomás Boy se encuentra en la banca, horas después de recibir una multa de tres mil días de salario mínimo por golpear a un aficionado, además de una suspensión de dos partidos, que pagará en la Liga y no en la Copa MX.
Pese a todo, los Rojinegros son un equipo inoperante durante el lapso inicial.

Sin fuerza de conjunto, como si los titulares no estuvieran lo suficientemente acostumbrados a jugar juntos. Puebla, por su parte, es víctima de la presión de un partido de eliminación directa.

Dispone sólo de una oportunidad, mediante un tiro libre ejecutado por John Pajoy y que se va por un lado del arco que custodia Federico Vilar, al ’14.

Eso es todo lo que ofrecen los lamentables primeros 45 minutos.
La segunda parte tiene una ligera mejoría. Ta ligera que sólo dura 20 minutos, en los que las emociones aparecen.

A cuenta gotas, pero aparecen. Primero, Alfonso González cobra un tiro libre que supera la barrera, pero pasa apenas a centímetros del poste izquierdo de Alfredo Frausto (’55).

Enseguida, Édgar Castillo ingresa al área por el costado izquierdo, decide disparar a primer poste y el arquero se encuentra la redonda para desviar a tiro de esquina con la mano derecha (’60).
Puebla únicamente responde mediante un disparo lejano de Édgar “Chore” Mejía, que exige el lance de Federico Vilar para quedarse con el esférico, al ’63.

Después de eso, el encuentro cae nuevamente en ese ritmo tedioso, aburrido y tenso de la parte inicial. Los minutos se diluyen. El marcador no se mueve.

El silbatazo decreta el 0-0 y el pase a las Semifinales se define desde el manchón penal.
Desde los 11 pasos, John Pajoy y Rolando Esqueda fallan los dos primeros disparos del Puebla, pero luego marcan de forma consecutiva Mario de Luna, Luis Loroña, Cuauhtémoc Blanco y Alfredo Frausto.

Por los Rojinegros marcan Enrique Esqueda, Alfonso González (con una gran ejecución al estilo Panenka) y Maikon Leite, mientras que Rodrigo Millar, Federico Vilar y Sergio Amaury Ponce no son capaces de marcar.
Así, con el 4-3 definitivo, el Puebla del “Chelís” José Luis Sánchez Solá se instala en las Semifinales de la Copa MX donde enfrentará a Lobos BUAP, mientras que los Zorros de Tomás Boy dicen adiós a la posibilidad de por fin conseguir un trofeo.