Fotografía de archivo disponible el 21 de octubre de 2014 donde se ve exPrimer Ministro de Australiano Gough Whitlam durante el funeral del Honourable Tom Burns AO el 12 de junio de 2007 en Brisbane (Australia). Whitlam murió a la edad de 98 años este 21 de October 2014. EFE/Archivo

El ex primer ministro australiano Gough Whitlam, quien gobernó Australia entre 1972 y 1975 cuando fue destituido del cargo a raíz de una crisis constitucional por el entonces gobernador general John Kerr, murió hoy a la edad de 98 años.
"Nuestro padre, Gough Whitlam, murió esta mañana a la edad de 98", anunció la familia de este político que se convirtió en una leyenda para muchos australianos por sus reformas sociales y la promulgación de las primeras leyes a favor de los aborígenes.
Hoy el primer ministro australiano, Tony Abbott, ordenó que las banderas sean izadas a media asta por la muerte de Whitlam, a quien describió como "un gigante de su tiempo".
"Él unió al Partido Laborista Australiano, ganó dos elecciones y parece, en muchos sentidos, más grande que la vida", comentó Abbott en un comunicado.
Por su lado, el líder del Partido Laborista, Bill Shorten, comentó a los periodistas que "creo que es justo decir, que al margen de las opiniones políticas, la nación ha perdido a una leyenda".
Whitlam abolió el servicio militar obligatorio y la pena de muerte, introdujo la educación universitaria gratuita y el sistema de sanidad público Medicare, reconoció a la China comunista y retiró las tropas de Vietnam, entre otras medidas, recordó la cadena local ABC.
El exmandatario también llegó a confirmar la cooperación de los servicios secretos australianos con la CIA estadounidense en la caída del Gobierno de Salvador Allende, derrocado en el golpe de Augusto Pinochet en septiembre de 1973.
Lideró al Partido Laborista en su primera victoria en 23 años en las elecciones de diciembre de 1972 y permaneció en su puesto hasta una crisis motivada por la negativa de los miembros de la Cámara Alta del Parlamento, dominado por la oposición, a aprobar el presupuesto hasta que se convocara a nuevas elecciones.
Para poner fin a esta situación, el gobernador general, como jefe de Estado y valiéndose de sus poderes constitucionales, destituyó a Whitlam e invistió al entonces líder de la oposición Malcolm Fraser como primer ministro en funciones.
Por eso Whitlam será recordado por ser hasta el momento el único primer ministro de la historia de Australia que salió de las riendas del Ejecutivo de Camberra por decisión del jefe del Estado de Australia.