SE HA DETENIDO el flujo migratorio de veracruzanos hacia la frontera norte de Tamaulipas a causa de la crisis del empleo y la inseguridad.

De hecho, el representante del Gobierno de Veracruz en Reynosa, Patricio Mora Domínguez, aseguró que el flujo migratorio de esa entidad hacia Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y otras comunidades fronterizas prácticamente ha bajado en un 70% en comparación a antes de esa fecha.

Como resultado de ese contraéxodo, miles de viviendas continúan abandonadas, vandalizadas y convertidas en basureros.

Recalcó que en plática con sus paisanos que ahora están en Veracruz, éstos le comentaron que incluso dieron de baja su crédito de vivienda al regresar a su lugar de origen.

De acuerdo con sus datos, calculó que de cien veracruzanos que venían a Reynosa en busca de empleo, ahora sólo vienen treinta.

Hace seis años los sindicatos enviaban vehículos de sonido a los pueblos de Veracruz para reclutar trabajadores, y autobuses que regresaban repletos, bajo la promesa de contratarlos en una maquiladora y luego conseguirles casa.

A pesar de que los índices de generación de empleo son mucho menores que en el 2008, Reynosa aún es una ciudad que puntea en ese rubro.

Sin embargo, ya no hay el mismo interés por venir a trabajar a esta frontera.