Los coordinadores parlamentarios en el Senado resaltaron que en cinco días de sesiones del actual periodo extraordinario para votar leyes de la reforma energética, sus grupos debatieron a favor de sus posturas, y el pleno quedó a la espera de ser convocado para continuar con la revisión de los temas de la misma materia que se dictaminan en la Cámara de Diputados.
La cuarta minuta de leyes energéticas será enviada a la Cámara de Diputados en las próximas horas, y con ello se avanza en la labor de concluir la reforma en materia energética, última del paquete de grandes reformas que procesa la 62 Legislatura.
Antes se han aprobado reformas constitucionales y sus correspondientes leyes en materia de telecomunicaciones, política electoral, de acceso a la información y transparencia, educativa y laboral.
Al respecto, el coordinador del PRI, Emilio Gamboa, dijo que en dos años, el Senado ha llevado a cabo reformas estructurales que no hubieran pensado que llevarían a cabo.
En ese sentido, dijo que el presidente Enrique Peña Nieto "vino a transformar en beneficio de las grandes mayorías de México".
Por su parte, el coordinador del PAN, Jorge Luis Preciado, subrayó los avances en la legislación que impulsó Acción Nacional, y recordó el pensamiento de Manuel Gómez Morín, quien respecto de la actividad parlamentaria decía: "Aquí nadie viene a triunfar, sino a definir lo que es mejor para México".
Miguel Barbosa, coordinador del PRD, afirmó que "los acuerdos impuestos por la mayoría mecánica del PRI y del PAN, afectan gravemente a la soberanía nacional y anulan las posibilidades de bienestar de nuestro pueblo".

Con su voto, dijo al pleno, "dieron una puñalada mortal" a Pemex y la CFE.
Dijo que la discusión sobre el tema energético se trasladará a las calles, a la plaza pública, a las escuelas, los sindicatos a los hogares de millones de familias mexicanas, pues "esto no ha terminado; la sociedad podrá revertir este atropello".
Manuel Bartlett, coordinador del PT, acusó que la reforma energética es en beneficio de los intereses de las empresas trasnacionales petroleras y eléctricas, en perjuicio de la soberanía nacional.