Angel Guerra Salazar

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miércoles, 6 de octubre de 2010
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Rodolfo Torre bromeó aquél mediodía de junio, cuando nos tocó en suerte compartir su mesa para conmemorar la Libertad de Expresión: “Me voy a Sudáfrica… para mí el mundial arranca el 5 de julio”, respondió sonriendo, cuando se le preguntó qué haría en un lapso tan grande entre su elección como Gobernador -nadie dudaba que ganaría los comicios de julio- y su toma de posesión, el 1 de enero de 2011.

Rodolfo bromeaba, por supuesto, pues minutos después y en tono más serio, asumió que después de la elección del 4 de julio mantendría un bajo perfil y se alejaría de la actividad pública por respeto a la investidura del Gobernador Eugenio Hernández Flores.

El destino quiso otra cosa: Rodolfo no alcanzó a ver su propio triunfo en las urnas de julio, pues la amalgama de sucesos que integran eso que los seres humanos llamamos destino para definir aquello que no podemos controlar ni predecir porque está fuera de nuestras manos, cambió el escenario político de Tamaulipas: Al sustituír a su hermano en la candidatura del PRI para Gobernador de Tamaulipas, tres días antes de la hora de las urnas, Egidio Torre cambió radicalmente el curso de la historia tradicional, pues el cobarde asesinato de Rodolfo dio un vuelco al escenario político estatal y todavía hoy, a menos de 90 días de que Eugenio deje la Gubernatura y Egidio la asuma, los dos personajes han integrado una dupla que a menudo aparece sonriendo ante las cámaras en eventos políticos, o van de la mano en el análisis de la problemática estatal y la búsqueda de soluciones conjuntas.

Y eso es bueno, porque la empatía que se dio entre Eugenio y Egidio creará la sinergia que se requiere para redoblar la marcha y afrontar los desafíos del corto, mediano y largo plazo.

Para no ir tan lejos, el Gobernador constitucional y su potencial sucesor irán juntos, este miércoles 13, al Palacio de San Lázaro para plantear ante la Cámara de diputados las urgencias presupuestales de la entidad, pues Tamaulipas requiere más recursos para emprender la lucha definitiva contra la pobreza y para llevar los mínimos de bienestar a los segmentos de población que todavía atraviesan carencias básicas.

Más recientemente, Eugenio y Egidio aparecieron juntos, sonriendo y bromeando, con uno de los segmentos de población que más requiere de apoyo para estar a la altura del tercer milenio: los productores agrícolas del sector social, los ejidatarios, que cotidianamente se esfuerzan por arrancar el grano a la parcela para llevar el alimento a su mesa.

Por éllo, el relevo de mandos se percibe no solo con tersura, sino con un espíritu de espontánea colaboración que permeará con sus bondades al resto de la sociedad productiva tamaulipeca.

Esa cercanía evidente y palpable entre el Gobernador saliente y el entrante, está generando un clima de armonía social en la entidad, cuyos resultados empezaremos a verlos a partir del 1 de enero de 2011.

Por asociación de ideas, deje decirle que el gobernador Eugenio Hernández Flores y el gobernador electo, Egidio Torre Cantú, sostuvieron una reunión con los diputados electos y suplentes, así como con los diputados plurinominales al Congreso del Estado por la coalición del Partido Revolucionario Institucional, Nueva Alianza y Verde Ecologista.

En la reunión de trabajo, legisladores locales reconocieron el buen gobierno del Ejecutivo Estatal, que es visto como ejemplo nacional por sus políticas sociales y económicas, para elevar la calidad de vida de los tamaulipecos y consolidar a la región como tierra de inversión y competitividad.

Expresaron su adhesión al proyecto de Egidio Torre Cantú como aliados leales, porque quieren construír como él, ese Tamaulipas que propuso el amigo y compañero Rodolfo Torre Cantú, afirmando que lo lograrán bajo su liderazgo en la unidad y con la decisión de trabajar y servir a la gente.

Ante los integrantes de la próxima legislatura estatal, el mandatario se congratuló por la capacidad, optimismo, experiencia y sensibilidad para trabajar por el Tamaulipas que todos queremos.

Dijo que la solidaridad es un principio básico que debe existir entre los miembros del Poder Legislativo para trabajar en unidad con el Ejecutivo Estatal; pero sobre todo, para responder a quienes a través del voto les dieron su confianza.

“Hay muchos retos que enfrentar en el estado, y ustedes lo saben, pero tengo confianza y tranquilidad que con su esfuerzo los superarán”, expresó.

Por su parte, en su intervención el gobernador electo, Egidio Torre Cantú, señaló que él no concibe otra forma de trabajar más que en equipo y se congratuló por la disposición que tienen los legisladores, presidentes municipales y todos los sectores de la sociedad para lograr un mejor Tamaulipas.

Recordó que las expresiones recopiladas e integradas en el proyecto que le legó su hermano Rodolfo, adquieren un valor supremo, pues en Tamaulipas es su gente la que transforma y alcanza los objetivos que se propone, “y ustedes como sus nuevos representantes están comprometidos para trabajar para hacer posible los anhelos de los tamaulipecos”.

Subrayó que la razón de ser de los gobernantes es servir, por lo que se exhortó asimismo y a los diputados locales a hacerlo, “nos toca demostrar que esta máxima es cierta”, agregó.

Encabezaron al contingente de representación popular el diputado electo de Victoria y Presidente del Partido Verde Ecologista de Tamaulipas, René Castillo de la Cruz; el Presidente del Partido Nueva Alianza en Tamaulipas, el diputado Sergio Flores Leal; el Presidente del Partido Revolucionario Institucional en el estado, Ricardo Gamundi Rosas; y el Secretario General del SNTE en la entidad, Arnulfo Rodríguez Treviño. Por hoy es todo, nos leemos mañana.

 

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