Festejo de Corpus Christi

EN AMENA charla con el señor alcalde de nuestra villa don Laureano Hinojosa, nos comunicó que en un lapso no mayor de treinta días, dará inicio la construcción de la escuela de párvulos, donde nuestros niños serán guiados por la sabia mano de la gentil saltillense Tere Gallardo, en el fascinante mundo de la lectura, la escritura y aritmética.

Asimismo, nuestra primera autoridad nos solicitó publicar en este medio el bando mediante el cual informa al vecindario que las fiestas de Corpus Christi, están próximas a celebrarse.

Yo don Lauriano Ynhojosa, alcalde ordinario de esta villa de Reinosa y sus términos y jurisdicción. Siendo el 10 del entrante mes de junio se celebra la festividad del Santo Habeas y que estando el continente católico presentamos aquellos divinos cultos y atributos como a majestad suprema, séase preciso que esta villa en su vecindario haga los que les sea más posible; y siendo uno de ellos las acostumbradas ramadas en esta real Plaza según estilos y costumbres; mando a todos los vecinos y habitantes sin excepción que para el día referido pongan en dicha plaza la acostumbrada ramada la que deberán parar y [achear] a más de asearla con la limpieza que les sea más posible como dirigido aquel personal trabajo al Señor de los Ejércitos que lo recompensa bajo que en la misma omisión y fuere multado con seis pesos de multa y cooperar con las obras materiales de la parroquia según se necesite que de ellas tenemos obligación.

Yo, dicho juez y justicia mayor, así lo determiné y mando para que nadie alegue ignorancia, firmándolo con dos testigos de asistencia en Reynosa a los veintinueve días del mes de mayo de este año de 1819.

Lauriano Ynhojosa

Más claro ni el agua, don Laureano, ha sido categórico. Todos debemos de aportar nuestro granito de arena para que este festejo sea uno de los eventos más significativos y lucidos del año.

Le recomendamos que no haga como que la Virgen la habla y ponga oídos sordos a la contundente instrucción. Organice bien su horario de actividades y dispóngase a participar de esta solemne celebración con un corazón dulce y abnegado.

Piense que cuando parta de este valle de lágrimas que es la tierra y tenga que rendirle cuentas al Supremo Creador, sus buenas obras le darán saldo a favor, e indudablemente amigo mío, estará en los umbrales del cielo, dando saltos de felicidad con los ángeles.