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Asimismo, presentaron un alto contenido de sodio al situarse entre los 426 y 2 mil 673 miligramos por cada 100 gramos del producto. La cantidad supera en su mayoría los 500 miligramos de ese mineral que la Organización Mundial de Salud establece como límite para considerar como alto en un alimento. Con respecto al aporte energético, el Laboratorio de Profeco encontró que el nivel es considerable al ubicarse en un rango de 430 y 576 kilocalorías por cada 100 gramos de producto.
Además detectó que ninguno de los productos analizados contiene microorganismos patógenos por lo que su calidad sanitaria es buena. No obstante, en materia de etiquetado, algunos productos de la muestra no cumplieron con los contenidos netos especificados en los empaques, en tanto que otros incurrieron en leyendas exageradas y con poca veracidad en su información. Incluso, algunos presentaron omisiones en los requisitos que exige la NOM referente a etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas. Con respecto a los productos a granel, en ellos se encontró alto contenido de grasas, incluso mayores a los de sus pares de venta individual.
En cuanto a sodio, también presentaron cantidades elevadas, de 645 a mil 480 miligramos por 100 gramos de producto. Ante estos resultados, la Profeco recomienda no consumir en altas cantidades, y como parte de la dieta diaria, este tipo de botanas y frituras; de la misma manera, sugiere no integrarlas al lunch de los niños, tanto por su aporte calórico como por su alto contenido en grasas y sal. Así mismo, la Procuraduría señala que debido al alto contenido en sodio que contienen estos productos, no son aptos para personas con hipertensión arterial, pues podría repercutir de manera negativa en su salud.